Tras ganarlo prácticamente todo en Nayarit (los 18 distritos locales, los tres federales y 15 de los 19 municipios en los que hubo votación), Morena y el virtual gobernador, Miguel Ángel Navarro Quintero, perfilan reformas similares a las del gobierno federal para tratar de poner orden en las finanzas del estado.
Además, se buscará quitar presión a la nómina estatal, que durante sexenios se ha utilizado como fuente de empleo, lo que reduce el margen de maniobra para la inversión en infraestructura social, pero para ello, señala Navarro Quintero, es necesario atraer mucha inversión.
Ganó con un amplio margen y Morena prácticamente lo obtuvo todo en Nayarit, lo que genera muchas expectativas. ¿Qué implica eso para usted?
—Enorme responsabilidad porque se generó expectativa y esperanza, y la respuesta que debemos tener como gobierno del estado y municipios debe ser del mismo tamaño. Es un enorme compromiso, no podemos tener fallas, debemos hacer una administración con enorme pulcritud.
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Al tener el Congreso de su lado, ¿está planeando reformas para facilitar su plan de gobierno?
—Las reformas deben ser espejo en algunos aspectos a las que ha hecho el Congreso federal, sobre todo en hacer un gasto público más eficiente, el cual no se trate como única alternativa para generar empleos el trabajo burocrático, porque deja márgenes de maniobra muy estrechos para inversión pública.
Tenemos que empezar a ver esos aspectos que son de riesgo estado y riesgo país, como los sistemas de pensiones, que en el caso de Nayarit está totalmente desfondado en el estado, los municipios y la universidad. Tenemos que manejar reformas que vayan en ese sentido para poder hacer una administración muy esbelta, muy exacta y en la que el gasto público esté muy controlado; que los hechos de corrupción se consideren delito grave.
Las finanzas del estado están en números rojos. ¿Cómo las saneará?
—Tenemos que hacer un estudio exacto sobre el manejo de deuda para conseguir las menores tasas de interés y poder tener un margen de maniobra para la inversión pública, sobre todo aquella que va mancomunada con el presupuesto federal, porque no podemos frenar la inversión pública en la entidad.
Tendremos que hacer un estudio minucioso de los aspectos pensionarios y la ley burocrática para manejarla sin populismos, con estricta responsabilidad y no generar plazas por encima de nuestras capacidades, garantizando el derecho laboral de los trabajadores.
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Por otro lado, invitando a todos los inversionistas privados, con certeza jurídica, disminuyendo trámites para la inversión y haciendo más eficiente la seguridad pública. Tenemos todo para ofrecer: las mejores playas, el mejor mar, cinco ríos, las mejores tierras de cultivo, las mejores montañas, Nayarit es un vergel y le damos la bienvenida a la inversión para hacer corredores agroindustriales, parques industriales y maquiladoras para satisfacer la demanda de empleos.
Tenemos que poner a Nayarit de moda, tenemos el puerto de San Blas, que vinculará con las Islas Marías; tenemos en puerta la ampliación del aeropuerto de Tepic y un proyecto ya terminado de un aeropuerto en Compostela para vuelos internacionales; será, sin duda, el destino turístico del país con más inversión nacional y extranjera. Queremos generar un balance entre la inversión económica y aspectos de garantía social.
Ha dicho que Nayarit es un gigante dormido. ¿Así es como se le despierta?
—Así es. Los nayaritas disminuimos tanto nuestra autoestima que no sabemos lo que tenemos, y tenemos una enorme riqueza, y la votación mostró que también tenemos una enorme necesidad de estar unidos. Aquí no ganaron los partidos, aquí ganó la sociedad.
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¿Qué opina del trabajo del actual fiscal, con quien tendrá que trabajar durante prácticamente todo su sexenio sin haberlo propuesto?
—Creo que ha hecho un trabajo eficaz y transparente. Por ley está nombrado para nueve años, lleva cuatro y tiene la certidumbre jurídica, pero también tiene respeto en el ámbito de la voluntad política para su desempeño. Creo que ha hecho un trabajo que aprueba la sociedad y su servidor está decidido a sepultar el episodio negro de Nayarit que tan mala imagen nos dio. Empezaremos un nuevo ciclo.
¿A qué se refiere con “sepultar el episodio negro”?
—A hacer un gobierno estrictamente responsable, de tiempo completo, en el que habré de recorrer comunidad por comunidad permanentemente; a llevar procesos de evaluación estrictos de quienes han de colaborar conmigo para ver que, en tiempo y en forma, se estén cumpliendo los propósitos de la planeación que habremos de llevar a cabo.
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¿Qué permitió que hubiera personajes como Roberto Sandoval y Édgar Veytia en Nayarit?
—Que vivíamos en un sistema político muy vertical, en el que el candidato y los gobernantes salían de la decisión unipersonal y no de la decisión social; entonces, las cuentas se rendían a un partido y a una persona que decidía y que normalmente era el presidente. Hoy es la sociedad la que decide, a través de encuestas públicas y elecciones más transparentes, de órganos electorales que están presionados por la ciudadanía.
La ciudadanía ha crecido... al construir ciudadanía construimos libertad y una militancia social, no partidista, que está invitándonos a que seamos hermanos de proyecto y compañeros de destino. Hoy en día la política está bajo evaluación permanente y bajo presión permanente de dar resultados. La política del jolgorio, de la arrogancia, de la aristocracia y la soberbia se acabó, hoy viene la política del respeto y la humildad.