A partir del 8 de enero, Japón ya cobra un impuesto a cada viajero que salga del país por avión o barco , con el fin de financiar iniciativas para asistir a los turistas, según informó el gobierno de Tokio .
El dinero ingresado se destinará a un sistema de reconocimiento facial en los aeropuertos para agilizar los trámites migratorios y mayor asistencia en idiomas extranjeros para quienes visiten el país.
El impuesto , de mil yenes (8.07 euros / 9.21 dólares), es cargado en los billetes de avión y de barco , y aplica tanto para japoneses como para extranjeros mayores de 2 años o a quienes estén en tránsito con estancias que excedan las 24 horas.

Con este impuesto , el primero que se introduce en el país en 27 años, el gobierno de Japón espera recaudar durante este año unos 50 mil millones de yenes (404 millones de euros / 460 millones de dólares).