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“Tienes que vivir Malinalco al menos una vez en tu vida porque realmente te va a atrapar y te va a robar el corazón”, expresa Sheila Peralta , socia fundadora de MaliKualli Complejo Turístico , un parque ecoturístico y hotel localizado en este Pueblo Mágico de calles empedradas y abundante vegetación.

Recientemente, MaliKualli se ha convertido en un destino mucho más conocido y visitado entre los viajeros, gracias a su concepto de glamping con domos en la montaña con terraza privada y asador, malla volada para ver las estrellas o jacuzzi privado. Llegar hasta este punto ha sido todo un logro derivado de un proceso de más de 20 años de trabajo.

"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco
"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco

Foto: MaliKualli

Ella, de 32 años, nació en este municipio al sur del Estado de México , a 95 kilómetros de la Ciudad de México. De niña solía divertirse ordeñando vacas y dando largas caminatas por los parajes de este destino en donde por las mañanas todavía se puede escuchar el canto de las aves y oler el pan que se prepara en leña.

El inicio de muchos logros

Cuando Sheila estudiaba la preparatoria en Toluca, se dio cuenta de que prácticamente nadie sabía de la existencia de Malinalco. Ante eso, su hermano mayor, Christian, tuvo una idea: “vamos a hacer algo para entretenernos, para divertirnos y para que la gente venga, y nos pague por hacerlo”.

Ella, incrédula, le respondía: “claro que no, ¡nadie va a pagar por venir a caminar al cerro!” Pero él tenía esa visión de empresario, recuerda Sheila Peralta , y ese fue el impulso que la llevó hasta donde se encuentra hoy.

La vida le puso enfrente varios episodios que la llevaron a convertirse en una empresaria turística, algo que nunca pensó dedicarse.

El primero fue en 2008, cuando ella tenía 18 años. Ella y su hermano se enteraron que la Fundación Comunitaria Malinalco buscaba a jóvenes que quisieran ser agentes de cambio. “Entonces desarrollamos un proyecto de campamentos para niños, y nos dieron un capital semilla, la ‘jugosa’ cantidad de 10 mil pesos. ¡Nos sentíamos millonarios!”.

"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco
"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco

 Foto: Omar Reyes

Con ese dinero compraron sus primeras tiendas de campaña y empezaron a organizar campamentos con los niños del pueblo. Encontraron que ahí había una oportunidad.

Más tarde, Christian empezó a acondicionar un terreno familiar con recursos que le proporcionaban sus papás, y así el proyecto empezó a tomar forma. Sin embargo, meses después, él murió en un accidente.

Este episodio parecía marcar el final de ese proyecto turístico pero, un día, entre las cosas de Christian encontraron una servilleta donde él había dibujado el boceto de lo que ahora es MaliKualli . Entonces, su mamá decidió seguir adelante con ese negocio.

Un año después de la muerte de Christian, inauguraron, en 2010, una tirolesa a la que invitaron a todo el pueblo. Sheila, que en ese entonces estaba “enojada con la vida”, se mudó a Ciudad de México para estudiar Relaciones Internacionales en el Tec de Monterrey.

El baile y Malinalco

En ese periodo, Sheila prácticamente no visitó Malinalco y quería saber poco de ese lugar. Retomó sus clases de danza folclórica y formó parte del grupo representativo del Tec, en donde le otorgaron una beca.

Más tarde se convirtió en primera bailarina del Ballet Folclórico del Estado de México y, gracias al baile, pudo viajar a varios países.

Ahí tuvo otro episodio que la llevó a convencerse de lo que realmente quería hacer en la vida. En una presentación en Eslovaquia, le sorprendió enterarse que la organizadora del festival ya había estado en Malinalco y que le había encantado. “Me di cuenta de que lo que me gustaba era que la gente fuera a Malinalco, lo conociera y quisiera regresar. En verdad dije: ‘¡yo quiero dedicarme a esto!’”, afirma.

Glamping, experiencias románticas y acciones contra las artesanías chinas

Sheila decidió prepararse y estudiar diferentes cosas, como un MBA en España, para especializarse en el turismo .

"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco
"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco

Foto: MaliKualli

Ella y su familia vivirían otro episodio triste: “a mi mamá, quien llevaba el negocio, le entró un virus al cerebro; casi muere, y la secuela que le quedó es pérdida de memoria a corto plazo”. Así fue como tomó las riendas de todo. “Otra vez yo estaba enojada con la vida, pero dije: ‘ahora me toca a mí’ y, fue cuando me hice cargo de MaliKualli junto con mi papá”.

Desde 2014, Sheila está involucrada de lleno en MaliKualli: atiende parte de las ventas, busca innovaciones constantes no solo para su negocio, sino para toda la comunidad de Malinalco y crea experiencias.

Además, se juntó con los agricultores del pueblo que tenían caballos para capacitarlos como guías y ofrecer servicios de cabalgatas.

Como no tenían servicio de comida, MaliKualli se asoció con los restaurantes y panaderos del pueblo para que ellos dieran ese servicio a los turistas.

Sheila acondicionó la casa de sus padres como un hotel con toques mexicanos.

También creó, junto con su esposo, Punto Romántico : un emprendimiento de experiencias para parejas en lugares fuera de lo convencional, como una cueva escondida en la montaña ubicada en los terrenos de MaliKualli .

"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco
"Nadie va a pagar por venir a caminar al cerro"; ahora es de los lugares favoritos en Malinalco

Foto: MaliKualli

El objetivo de Sheila Peralta es echar a andar actividades turísticas sostenibles que impulsen la economía de la comunidad, como De Tour en Tour , que surgió en 2019.

“Es un emprendimiento social enfocado a que los visitantes puedan acudir a los talleres de artesanos y productores, que conozcan su trabajo y que ellos mismos puedan elaborar su propia artesanía ”, explica.

“Este proyecto surge por tres problemáticas: uno, el regateo; dos, muchos artesanos no tienen dónde vender sus productos porque el centro está infectado de cosas chinas; y el tercer problema es que los turistas no saben el trabajo que hay detrás de la elaboración de un rebozo o de una pieza de barro. Por eso, el 60% de las ganancias de los recorridos que hacemos está destinado a apoyar a los artesanos”.

Uno de los logros más recientes surgió durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19 . Encontraron un nuevo concepto de hospedaje , de acuerdo con las nuevas necesidades de los viajeros: el glamping .

“Nos daba miedo iniciar con este concepto de domos geodésicos , pero no nos imaginábamos la magnitud que iba a tener esto en todo el mundo”, recuerda.

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