Seguramente te ha pasado que, antes de entrar a la casa embrujada de un parque de diversiones o una feria, al menos un integrante de tu grupo está renuente a formar parte de la (tal vez incluso has sido tú). En ese momento, nunca falta otro amigo o familiar que anima a la persona en cuestión con argumentos como “los actores no pueden tocarte” y “todo es ficticio”.

Pero, ¿qué pasa en una casa del terror donde los actores sí pueden tocarte y su trabajo es hacerte olvidar que estás en un “juego”? Al entrar, les das permiso de invadir tu espacio personal, empujarte, amarrarte o incluso someterte a torturas. Desde hace más de una década, este tipo de son una realidad en Estados Unidos.

¿Qué tanto estarías dispuesto a soportar con tal de sentir miedo por diversión? Y, ¿ pagarías por dejar que te maltraten y atormenten? Sigue leyendo para averiguarlo.

Así es una casa del terror extrema

Con sede en la ciudad de Nueva York, Blackout es una de las casas del terror extremas (o “extreme haunts”, como suelen ser llamadas) más famosas. En ella el miedo no radica en fantasmas, monstruos, zombies o escenarios detallados. Ni siquiera en el maquillaje de los actores, sino en el trato que recibes dentro de una atmósfera oscura y hostil.

Para empezar, es necesario ser mayor de edad y firmar una responsiva antes de que te permitan entrar; en el documento estás aceptando que los actores tengan contacto físico contigo sin que tú les respondas y que harás lo que te digan.

Pensarías que con leer la responsiva mucha gente se echa para atrás, pero te sorprendería ver cuántos asistentes sí continúan con la experiencia. El sitio web Ranker cuenta que la fila para entrar a Blackout suele implicar una hora de espera.

En esta casa del terror , que detuvo sus operaciones debido a la pandemia y no ha vuelto a anunciar nuevas fechas para la temporada de Halloween, la instrucción es vivir la experiencia solo. Los visitantes entran sabiendo que probablemente alguien los asfixie con una bolsa en la cabeza, les rocíe agua en la garganta hasta que comiencen a ahogarse o sean víctimas de una agresión sexual simulada. Si la experiencia aún no termina pero ya no aguantan más, pueden usar una palabra de seguridad para que el maltrato se detenga.

Las casas del terror más polémicas donde los actores pueden tocarte
Las casas del terror más polémicas donde los actores pueden tocarte

Foto: iStock

La casa apareció en un documental llamado The Blackout Experiments (2016), que relata el viaje de un grupo de personas por experiencias traumáticas que ellos mismos eligieron vivir.

En un artículo de Psychology Today publicado en 2011, el periodista David Weiss recomienda vivir el recorrido de Blackout, tras haberlo experimentado él mismo. “Se sintió extrañamente liberador dejar la zona de confort, en una situación controlada”.

Por supuesto, también hay detractores. Drew Grant, del sitio web Observer, aseguró en una reseña que no era divertido o siquiera tan atemorizante (en el sentido de que no hay misterio); relató que salió enojado y molesto de Blackout.

Para el artículo mencionado de Psychology Today, David Weiss entrevistó a uno de los creadores de Blackout, Josh Randall.

“Nuestra meta es obtener miedo real, y por eso investigamos sobre situaciones de la vida real que puedan conectar con la mayor cantidad de personas. Aunque la gente tiende a divertirse con vampiros y monstruos, generalmente ese tipo de sustos no ponen a las personas en un estado donde crean que su vida está realmente en riesgo”, dijo Randall. La intención es hacer olvidar a los visitantes que, de hecho, pagaron por esto.

¿Cómo le harías para elegir actores que quieran participar en algo así? Según Josh Randall, tienen que ser personas que puedan mantener un balance entre actuación y dejar que la situación fluya, analizando a cada miembro de la audiencia para conocer sus límites. “Nueve de 10 veces, elegimos a los actores primero y después diseñamos las experiencias alrededor de sus fortalezas y debilidades”.

Las casas del terror más polémicas donde los actores pueden tocarte
Las casas del terror más polémicas donde los actores pueden tocarte

Foto: Pexels/ Sebastiaan Stam

Otros ejemplos

Blackout no es la única casa del terror extrema en Estados Unidos. Hay otros ejemplos como la casa Gates of Hell, de la compañía Freakling Bros, en Las Vegas. Dentro de este lugar los visitantes reciben insultos, abuso psicológico y, de acuerdo al diario Las Vegas Review-Journal, electroshocks en el cuerpo. Es una experiencia corta, de 15 minutos, y está acompañada por otras casas del terror convencionales.

Otra casa extrema es Miasma, en la ciudad de Chicago. Su contenido es tan violento que únicamente es posible asistir por invitación: debes anotar tu correo electrónico en un formulario web y, si los organizadores consideran que eres apto para vivir la experiencia, te envían las instrucciones.

El repertorio de maltratos que los actores de Miasma llevan a cabo incluye contacto físico agresivo, abuso psicológico, electricidad, destruir la ropa de los visitantes y amarrarlos, además de obligarlos a arrastrarse por superficies duras.

Las casas del terror más polémicas donde los actores pueden tocarte
Las casas del terror más polémicas donde los actores pueden tocarte

Foto: iStock

McKamey Manor: la casa que nadie aguanta hasta el final

Si hablamos de casas del terror extremas , forzosamente tenemos que mencionar la más famosa: Mckamey Manor. Esta atracción es un tema aparte de las que hemos nombrado antes, porque también es la más polémica y tiene una gran cantidad de detractores (incluso dentro de la industria de los sustos).

Hace más de dos décadas Russ McKamey, retirado de la Armada de los Estados Unidos, emprendió un proyecto muy peculiar en su propio hogar de San Diego: una casa de los sustos cuya experiencia, de entre seis y ocho horas en total, nadie ha podido completar.

Quienes se atreven a visitar la casa pasan por una revisión de antecedentes conducida por el mismo McKamey para ser aceptados, según explica el sitio web Mental Floss. También reciben una “preparación” y deben firmar una exención de responsabilidad que abarca 40 páginas. En ella se detalla una lista de todas las cosas horribles que pueden pasarte durante el recorrido.

¿Qué es lo que puede pasar? Además de los tormentos que ya hemos mencionado sobre otras casas extremas, aquí se añaden otras formas de violencia como obligar a los visitantes a comer cosas repugnantes, enterrarlos vivos o arrancarles una uña con un par de tenazas (esto es muy raro pero ha pasado con clientes que así lo han pedido).

Lo más extraño de todo (o sospechoso, según algunos) es que la experiencia de McKamey Manor es prácticamente gratuita, funciona con cuotas voluntarias. Se promete una recompensa de 20 mil dólares por completar el recorrido, si es que algún día una persona lo logra.

Solo se hace un “show” por semana, por eso la lista de espera ha sido de hasta 40 mil personas al año. Actualmente la casa ya no está en California sino en Tennessee, y tiene una sucursal en Alabama.

Ha aparecido en producciones como un episodio de la serie Dark Tourist (de Netflix) y en el documental Haunters: The Art of the Scare.

Sin embargo, como decíamos al inicio de este apartado, tiene una gran cantidad de detractores. Existe una petición en la plataforma Change.org para que las autoridades correspondientes cierren definitivamente McKamey Manor, y desde 2019 han firmado más de 176 mil personas.

En la petición y en diversos foros de internet la acusan de ser una cámara de tortura más que una casa del terror , además de elegir personas vulnerables para participar, no hacer caso a las palabras de seguridad cuando los visitantes ya no quieren seguir y contratar a personas con antecedentes penales como actores.

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