Tal vez has pensado que una cabina de avión es uno de los peores lugares donde podrías estar en tiempos de Covid-19. Y no es raro, pues se trata de un sitio cerrado que reúne a una gran cantidad de personas. Sin embargo, la realidad es bastante más compleja.

Le preguntamos al doctor Jorge Baruch Díaz, responsable de la Clínica del Viajero UNAM, si es posible hablar sobre asientos con menor riesgo de contagio que otros. Citando un estudio de 2020 que fue financiado por el Comando de Transporte de Estados Unidos, la respuesta es que cualquier asiento es igualmente seguro ante el contagio por gotículas (la principal vía de transmisión de Covid-19, según la OMS) y también por efecto aerosol.

Esto sucede gracias a dos motivos, explica el doctor Díaz. En primer lugar, cualquier gotícula (partícula que sale expedida de la boca o nariz al hablar, toser o estornudar) precipita hacia el suelo de manera inmediata, sin viajar muy lejos; esta es el principal vía de transmisión de Covid-19, según la OMS. En segundo lugar, el aire dentro de una cabina de avión pasa por filtros de alta eficiencia, lo cual impide que las partículas se queden ahí.

El estudio citado por el doctor Díaz consistió en ocho días de pruebas para rastrear el comportamiento del efecto aerosol (cuando un virus se mezcla con el aire) dentro de cabinas de avión en tierra o en pleno vuelo. Se registró una reducción de 99.99% de las partículas en las zonas de la cabina analizadas, gracias a los sistemas de ventilación y filtros de alta eficiencia que garantizan un cambio total de aire en pocos minutos; este tipo de filtros se utiliza en hospitales.

Pero además del aire en la cabina hay otro factor muy importante para considerar: el comportamiento de los pasajeros. La cabina “puede ser segura, pero eso no impide que un pasajero le hable en la cara a otro sin cubrebocas”, explica Jorge Baruch Díaz.

¿Hay asientos de avión más seguros contra el  Covid-19? Esto dicen expertos
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Foto: Unsplash. Andrew Scofield

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¿Dónde te mueves menos?

Según un artículo del Instituto Tecnológico de Massachusetts, tu mejor apuesta para limitar el número de contactos a bordo de la cabina del avión podría ser elegir un asiento junto a la ventana. Esta sugerencia se basa en un estudio de 2018 publicado por la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.

El estudio, llevado a cabo por científicos de la Universidad de Emory (Atlanta), buscaba analizar la transmisión de enfermedades respiratorias por gotículas mediante los movimientos de los pasajeros en la cabina del avión. Para ello tomaron en cuenta 10 vuelos transcontinentales en aviones de fuselaje corto (con dos filas de asientos), que iban casi llenos. Estas fueron algunas de sus observaciones y resultados.

1. El 38% de los pasajeros nunca dejó su asiento durante el viaje, 38% se levantó una vez, 13% lo hizo dos veces y 11% lo hizo más de dos veces. La proporción de las personas que sí se levantaron al menos una vez según la ubicación del asiento fue así: 43% de los viajeros sentados junto a la ventana, 62% en el asiento medio y 80% de los pasajeros que estaban sentados en el pasillo.

2. El número de contactos es menor conforme la distancia con el pasillo del avión aumenta. En particular, el número de contactos promedio es más grande para los asientos de pasillo, menor para asientos de en medio y mínimo para asientos junto a ventanilla.

Los pasajeros sentados en la parte media de la cabina tienen más contactos si dejan sus asientos. Sin embargo, la duración de los contactos es ligeramente mayor para los pasajeros sentados en la parte delantera del avión.

3. Durante un vuelo promedio (238 minutos de observación), cada sobrecargo estuvo en contacto con pasajeros por 67 minutos y pasó 155 minutos en el pasillo.

4. También se llevaron a cabo dos escenarios simulados sobre la probabilidad de contagio, tomando en cuenta aspectos como el número de contactos y la tasa de contagio de una persona. En el primer escenario, un pasajero sentado en el lugar 14C (junto al pasillo) estaría infectado. Sus 11 vecinos más cercanos tendrían alto riesgo de contagiarse, mientras la probabilidad para el resto de los pasajeros sería menor a 0.03.

En el segundo escenario, un sobrecargo estaría infectado. Estarían en mayor riesgo sus compañeros, seguidos de los pasajeros sentados junto al pasillo y asiento medio.

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Nada es definitivo

Un estudio publicado en julio de 2020 por la revista científica Emerging Infectious Diseases demostró que muchas variables intervienen en el probable contagio de Covid-19 a bordo de un avión . Se trató de un análisis sobre los contagios que se dieron en un vuelo doméstico de Australia el 21 de marzo, cuando aún no se establecían todas las medidas de contingencia sanitaria. Para ello se usaron datos epidemiológicos y secuenciación del genoma completo.

Se detectaron 29 casos confirmados de Covid-19 (mediante pruebas PCR) relacionados con un vuelo ocupado por 213 personas en cabina económica y 28 en business; de esos 29, 18 casos fueron identificados como casos primarios y 11 como secundarios.

De los 18 casos primarios, 11 eran infecciosos durante el vuelo; seis estaban sentados en la parte media de la cabina y cinco en la trasera. Entre los casos secundarios, ocho estaban sentados a dos filas o menos de los primarios; el 64% de los secundarios tenía asiento junto a ventanilla y dijo no haberse parado durante el viaje.

Esto último fue un descubrimiento poco esperado, dada la creencia de que los pasajeros en ventanilla están en menor riesgo. Los científicos que realizaron el estudio aseguran que sería necesario realizar más pruebas para ver cómo los pasajeros son capaces de influir en las corrientes de aire dentro del avión.

Sin embargo, hay otros aspectos que sería necesario considerar dentro del estudio. Por ejemplo, se sabe que podría hacer falta un caso primario clave u otros casos secundarios, además de que no hay información detallada sobre los movimientos de los pasajeros desde la puerta de abordaje y en la cabina.

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