México es uno de los países con mayor presencia del catolicismo en el mundo, por lo que la marca una temporada importante, siendo escenario de diversos rituales para conmemorar estos días.

Gracias a la diversidad étnica y cultural del país, existen muy curiosas y únicas durante esta semana, por lo que te compartimos cinco de las más increíbles.

Procesiones en Taxco, Guerrero

Durante la Semana Santa, el Pueblo Mágico de Taxco es sede de diversas procesiones por sus estrechas, empedradas y hermosas calles. Algunas de ellas, con representaciones y personajes conmovedores que la dotan de un ambiente místico.

Foto: Sectur Guerrero
Foto: Sectur Guerrero

Existen varias cofradías que aparecen casi con aspecto fantasmagórico, con largas túnicas y capuchas, todos en completo anonimato. Para algunos, dan miedo, pero para otros es un acto de completa devoción.

Lo más impactante son los penitentes que acompañan la procesión y que se dividen en: los encruzados, los flagelados y las ánimas.

Los primeros llevan rollos de varas de zarza con espinas con pesos de más de 40 kilos en sus hombros como una cruz, las cuales se incrustan en su piel; los flagelados son personas encapuchadas que golpean sus espaldas con ‘disciplinas’, látigos con puntas de clavos y las ánimas suelen ser mujeres que caminan con grandes cadenas de metal atadas en pies y manos.

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Danza de los Judas en Pajacuarán, Michoacán

Al noroeste de Michoacán, en Pajacuarán, los habitantes de este pueblo salen a las calles a bailar, al ritmo de la banda de viento, ataviados con elegantes y elaborados trajes de terciopelo bordados con motivos florales, huaraches, máscaras con cuernos escondidos por un bonete papal y un ‘chirrión’ o látigo que hacen sonar.

Foto: Ayuntamiento de Pajacuarán
Foto: Ayuntamiento de Pajacuarán

Desde el Domingo de Ramos y hasta el Domingo de Resurrección, chicos y grandes se visten para esta danza, que tiene más de 200 años de existencia pero un trasfondo más antiguo, desde la época prehispánica y que se empalma con el ciclo agrícola del maíz.

Al alzar sus brazos en la danza, los 12 pañuelos vuelan por el aire (representando los apóstoles), seguido de un tronido del látigo. Todo tiene un significado, siendo una representación de la lucha del bien y el mal y, al vestirse de Judas, buscan purificarse después de haber traicionado a Jesús.

Pesca de la Sardina Ciega en Tapijulapa, Tabasco

Cada Domingo de Pascua, en el Pueblo Mágico de Tapijulapa, casi en frontera con Chiapas, indígenas de la etnia zoque realizan una danza que data de tiempos prehispánicos. Se realizaba en primera instancia en honor a los dioses de la lluvia, agua, tierra y la luna, en busca de la fertilidad de la tierra y la abundancia de la pesca.

Foto: Turismo Tabasco
Foto: Turismo Tabasco

La pesca de la sardina ciega consiste en, primero, acudir a misa a la Iglesia de Santiago Apóstol, para posteriormente danzar por las calles de Tapijulapa hasta llegar al Parque Villa Luz, de exuberante naturaleza de vibrante verde y aguas azules, lugar donde se recoge el ‘barbasco’, el raspado de un tubérculo llamado cueza que se combina con agua sulfurosa y cal.

La caminata se detiene un momento a la entrada de una cueva. Ahí, se realiza otra danza y una plegaria al son de una flauta y tambor, donde cada danzante lleva atuendo típico, una canasta de flores con una vela y una especie de bolsa de hoja de plátano con el ‘barbasco’.

Una vez anunciado el inicio del ritual, bajan a la cueva donde yace un lago arroyo con sardinas. Los danzantes despliegan el ‘barbasco’ por las aguas, el cual adormece a los peces y permite su fácil captura en los canastos.

Gallos y refresco para Jesús en San Juan Chamula, Chiapas

San Juan Chamula es uno de los pueblos que cuenta con tradiciones que son muestra de un fuerte sincretismo. En este caso, el catolicismo y la santería se entrelazan con un detalle un poco inusual.

Foto: Bruno Rijsman. Flickr
Foto: Bruno Rijsman. Flickr

Comienza días antes de Semana Santa, cuando los chamulas salen al bosque en busca de un pino, al que le piden perdón, lo talan y lo tallan para hacer una gran cruz. Luego, el Jueves Santo, un muñeco de trapo de Judas Iscariote es ‘castigado’ con el encierro y la horca por haber vendido a Jesús en un ambiente de luto, pues no se puede tocar instrumento alguno en estos días.

Después, el Viernes Santo, las cruces son levantadas y un curioso ritual se da. Al interior de la Iglesia de San Sebastián, se ofrecen oraciones, velas, incienso, sacrifican gallos y se ofrece refresco de cola en honor a Jesús y su pronta resurrección.

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Comonorirawachi en Chihuahua

Las remotas y bellas montañas de Chihuahua, el hogar de los rarámuris, viven una Semana Santa distinta, específicamente en Tewerichic. Durante estos días se reitera, a perpetuidad, la relación de los indígenas con Dios.

Dios vs el diablo. Según los rarámuri, Dios está débil, pues el demonio lo obligó a tomar tesgüino (una bebida alcohólica de maíz fermentado) y enfermó. Por ello, el futuro del mundo está en manos de los indígenas, quienes se dividen en dos bandos: los fariseos (aliados del diablo) y los capitanes y soldados, encargados de cuidar de Dios.

Además de las procesiones que se hacen en círculos alrededor de las iglesias y la subida a los cerros para encender grandes fogatas en los cuatro puntos cardinales, lo increíble se da el Jueves Santo, cuando ambos bandos hacen una representación y danza de una lucha entre el bien y el mal.

Es común ver a los danzantes con puntos blancos pintados por el cuerpo, que simbolizan las heridas de Jesús. Son tan devotos que las danzas pueden durar días enteros, ‘aguantando’ gracias a que beben tesgüino.

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