Cuatro miradas sobre una misma situación, un ritual cotidiano. Cuatro integrantes de una familia, sentados alrededor de la mesa, dispuestos a cenar. Hechos cuyo sentido cambia tras la desaparición del personaje de Gerardo, uno de los dos hijos de Soco, la madre, y un ritual, el del momento en el que todos comparten la comida que la lleva a servir la mesa cada noche a la espera de que él regrese.

Bajo esta premisa —explica César Chagolla, autor y director de ""—, la repetición de la cena, que es un momento particular para la mayoría de las familias mexicanas, toma forma la estructura escénica de la pieza. Regresar cuatro veces, con distintas variantes, a un momento, revela la realidad de las miles de personas cercanas a alguien que desapareció: cuando no se puede vivir el duelo, el tiempo se detiene, es imposible avanzar.

La cena sucede primero con la familia completa y da paso, en sus repeticiones, al deterioro que la ausencia causa en los personajes y "el proceso de duelo que son incapaces de experimentar ante una incertidumbre que oscila entre la vida y la muerte; el regreso y el no regreso. ¿Cuál es la forma correcta de esperarlo? es sólo una de las preguntas que se van abriendo a lo largo de la obra", detalla Chagolla.

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A pesar de su brevedad, los cuatro momentos en los que se desarrolla la cena pueden considerarse como actos y están vinculados, a su vez, por otras escenas oníricos donde los personajes hablan, sueñan o recuerdan a su familiar desaparecido; sin dejar de lado la presencia física del mismo, a quien interpreta Jorge Rojas, también como un sueño, un fantasma o una presencia neblinosa que va perdiendo cada vez más substancia y cobrando una nueva identidad.

La historia se basa en el caso real, el de un amigo del escritor, que desapareció hace 13 años en Morelia: "A través de Mercedes Ruiz, su madre, que forma parte de la asociación Familiares Caminando por Justicia, conocí a profundidad su caso".

"Variaciones Schrödinger" es una obra del dramaturgo César Chagolla. 
Foto: Cortesía
"Variaciones Schrödinger" es una obra del dramaturgo César Chagolla. Foto: Cortesía

Justo Chagolla un paralelismo en la filosofía de la ciencia: la famosa paradoja del gato de Schrödinger, que le pareció que podía vincularse con el sentimiento de esperar el regreso de alguien, mientras que, en los años de búsqueda, subyace la duda y la incertidumbre. Además, el director y escritor es psicólogo y el tema del duelo es constante en sus obras.

"En ´Variaciones Schrödinger´ me interesa abordar ese duelo o, más bien, ese no-duelo como un proceso negativo, no resuelto y complicado que no puede cerrarse sin el ritual para despedir a la persona. No es la manera de vivir el ciclo completo porque no hay respuestas, no hay un cuerpo para despedir a la persona y tampoco hay justicia. Al contrario, el gobierno intenta borrar la cifras porque cada número que se  suma al total de desaparecidos es un fracaso más".

Esta reflexión lo llevó a ponerle un altavoz a los familiares que siguen esperando y a plantearle al espectador una serie de preguntas: ¿Cómo puedo ayudar? ¿Cómo me involucro activamente?  ¿Cómo dejo de ser indiferente ante el tema? Y una última cuestión, más inquietante y profunda, en el plano emocional: ¿Cómo es posible enterrar cajas cuando no hay cuerpos?

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Los funerales, afirma el autor, son rituales con una finalidad: que la certeza de la muerte se convierta en liberación. Pero cuando la incertidumbre está abierta, no existe este proceso y, al contrario, la incertidumbre cobra protagonismo y un abanico de preguntas se revela.

"Al tocar este tema, desafortunadamente es una obra que no puede tener un final feliz. Mientras siga habiendo familias destruidas por una desaparición, madres y hermanas rastreadoras, la obra no podrá tener un final feliz, pero sí un objetivo: devolverle el nombre y la visibilidad a los desaparecidos. Reconocer al ser humano y la historia detrás de cada cifra gubernamental".

Por último, Chagolla cuenta que los familiares de desaparecidos que han asistido a la obra han encontrado eco y compañía desde sus butacas. "No hay una solución, pero el teatro sí genera un ritual. Es la posibilidad de escuchar las historias y ver los nombres; de que las madres se levanten y nos recuerden que en la calle hay miles de letreros de búsqueda, protestas, plantones y que existen cientos de asociaciones en el país a las que podemos ayudar volteando a verlas".

En el elenco están, además del ya mencionado Rojas, Gabriela Núñez, Luis Miguel Lombana y Raúl Andrade; la música original es de Mario Mendoza y la obra puede verse  hasta el 30 de julio en el Teatro Benito Juárez (Villalongín 15, Cuauhtémoc) el jueves y viernes, a las 20:00 horas, el sábado, a la 19:00 horas y el domingo, a las 18:00 horas.

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melc

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