La figura del tlacuilo , en la , representa al pintor, escritor y bibliotecario. Es por esta razón que el artista Pedro Reyes consideró que era el nombre para su biblioteca pública, en la que no sólo presta su colección personal de libros raros, sino que también presta obras de arte y vinilos.

En 2019 Reyes inició este proyecto, luego de darse cuenta de que varias bibliotecas en México no hacen préstamos a domicilio, una idea que considera va en contra de la naturaleza de estos espacios. “Es una idea absurda porque una biblioteca que no presta libros es una cárcel de libros”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL .

Su inconformidad se la hizo saber a un bibliotecario, quien le preguntó si él realmente estaría dispuesto a prestar sus libros. “Sentí que si yo iba a exigir a las bibliotecas que prestaran, pues tenía que empezar haciendo lo mismo”, afirma.

¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros
¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros

Tlacuilo, Museo Marco, 2022. Foto: Cortesía Museo Marco/ Pedro Reyes

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Con Tlacuilo, el artista y su equipo buscan revivir la cultura del préstamo. En esta biblioteca, cuya sede principal es la residencia del artista donde almacena 25 mil libros, no se debe pagar alguna tarifa o suscripción, sino un simple registro que se puede hacer a través de su aplicación Tlacuilo para dispositivos móviles.

También se puede hacer contacto a través de la cuenta de Instagram (@tlacuilobiblioteca). El usuario y la biblioteca coordinan la entrega del libro que será prestado por un periodo de tres meses, más largo de lo que acostumbran las otras bibliotecas.

Prestar algo tan íntimo como su biblioteca personal, sin ninguna garantía por parte del usuario, no inquieta al artista, pues explica que la comunidad que se ha creado -de aproximadamente 500 usuarios- cumple con los periodos de préstamo y que a lo mucho ha tenido que extenderlo en algunos casos.

“Estamos proponiendo un modelo que pase de ser dueños de las cosas a ser custodios de éstas. Compartiendo se multiplican las posibilidades de aprendizaje y te sientes menos solo”, declara sobre la experiencia en Tlacuilo.

Tlacuilo cuenta con archivos como el del recién fallecido museógrafo Miguel Ángel Fernández , del escritor René Áviles Fabila -que está llena de joyas de literatura mexicana con primeras ediciones y casi la bibliografía completa de escritores mexicanos del siglo XX-, y el escultor Luis Ortiz Monasterio . También maneja libros en varios idiomas, como francés, inglés, japonés, alemán y tiene una amplia sección en lenguas indígenas, explica el escultor.

¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros
¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros

Tlacuilo, Museo Marco, 2022. Foto: Cortesía Museo Marco/ Pedro Reyes

El proyecto se ha extendido a la reactivación de otras sedes, como dos bibliotecas del ISSSTE, una en la colonia San Miguel Chapultepec y otra en la Unidad Habitacional Tlatelolco, y la biblioteca Nancarrow-O’gorman. Otra se ubica en el Museo de Arte Carrillo Gil y el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO).

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En 2021 Pedro Reyes logró que el Museo de Arte Carrillo Gil prestara a domicilio su centro de documentación. Pero también hizo que este espacio se convirtiera en la primera artoteca en México, es decir, una biblioteca que presta obras de arte.

En esta sede de Tlacuilo se podrán pedir prestadas por tres meses una serie de fotografías, dibujos, pinturas, grabados, carteles.

¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros
¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros

 Tlacuilo, Museo Marco, 2022. Foto: Cortesía Museo Marco/ Pedro Reyes

“Es una experiencia muy bonita ir al museo y poder llevarte una obra de arte y tener esa experiencia íntima de verla. No se había hecho en México la incorporación del arte al sistema de préstamo”, afirma el artista.

Tlacuilo no se ha limitado a museos de la Ciudad de México, pues el MARCO de Monterrey -donde Pedro Reyes expone hasta agosto- presta sus libros que se especializan en arte contemporáneo mexicano y sus discos en vinilo que son de voz viva, es decir, registros sonoros de poetas leyendo sus textos.

Aunque Reyes asegura que por el momento no tienen intención de crecer más, sino mejorar su servicio, confiesa que sí considera en hacer una sede satélite de su biblioteca, pues ya casi no tiene espacio en su casa para más libros. También explica que se ha acercado a la Red nacional de bibliotecas “con la intención de que la app se pueda usar como un sistema de préstamo para otras bibliotecas también”, dice.

¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros
¿Una biblioteca que presta obras de arte? Conoce Tlacuilo, el proyecto del artista Pedro Reyes que no sólo presta su colección de libros

Tlacuilo MACG, 2021.Foto: Fiona Tommasi/ Pedro Reyes

Impulsar las bibliotecas en la era digital

Comprar libros por internet y leerlos en versiones electrónicas ya es una práctica común. Sin embargo, Pedro Reyes no considera que las nuevas formas de lectura sean competencia con la cultura de las bibliotecas y el libro impreso.

“Yo soy de la creencia de que las nuevas ideas están escondidas en los libros viejos. Existe la idea de que todo está en internet y nada podría ser más alejado de la realidad”, sostiene el artista.

El artista considera que las bibliotecas son fuente de información que no se encuentra con facilidad en línea y por esa misma razón aboga por cambiar la cultura de préstamo en México, y liberar los libros para su circulación.

“Los bibliotecarios mexicanos son muy regañones, entonces creo que necesitamos mejorar la cultura de las bibliotecas, hay que hacerlas menos solemnes y más vivas”, concluye.