La Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue un aparato de inteligencia y espionaje que investigó varios temas y a personas de diferentes ámbitos entre 1947 y 1985. Aunque desapareció, los archivos que generó no pudieron ser consultados hasta 2002, gracias a un informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y también al entonces Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (ahora ). Sin embargo, esos organismos autónomos hoy se encuentran en riesgo, pues el Presidente ha expresado su intención de desaparecerlos, lo cual significaría un retroceso, advierten.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha externado su intención de desaparecer a los órganos autónomos, como el INAI, del que ha dicho “no ha estado a la altura de las circunstancias” y que se le han invertido “miles de millones de pesos”, esto pese a los múltiples aportes que ha dado, como la posibilidad de acceder a los archivos de la Dirección Federal de Seguridad, agencia que lo investigó a él, pero también a otros reconocidos personajes del país, como la escritora Elena Poniatowska.

Tener acceso a esos archivos es de suma importancia, sostiene el investigador Jacinto Rodríguez Munguía, pues gracias a ellos se pudieron conocer detalles sobre la historia contemporánea de México.

“Antes de la apertura de los archivos de la DFS había muchas versiones. Su apertura modifica la historia de los últimos 50 años de los movimientos sociales, porque tienes otras fuentes de información que son directas y que hasta entonces no estaban disponibles. Sí hubo una modificación en la historia de 1950 a 2002”, sostiene.

"Sin Transparencia se retrocede a la peor época del PRI"
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De lo contrario habrá un retroceso, asegura.

“Pensar en una posible extinción del INAI significaría volver a los espacios de oscuridad de los peores momentos del PRI, porque volvería la institución a formar parte de las decisiones lineales de dos o tres personajes dentro de la estructura del Estado, es decir, así como funcionaba antaño”.

Un contexto específico

La Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue creada en 1947, durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés. Sin embargo, Jacinto Rodríguez Munguía enfatiza que se trata de un organismo constituido en un momento específico del mundo: casi dos años después del fin de la Segunda Guerra Mundial:

“Tras la Guerra entramos en un proceso conocido como la ‘guerra fría’ a nivel global y todos los gobiernos comienzan a crear una serie de instituciones y burocracias que van a tener como función atender todo de movimientos contrarios a los gobiernos. Es decir, hay una serie de aparatos de inteligencia que en ese contexto histórico van a ser elementales para las tensiones políticas. Es una época en la que el espionaje se vuelve un personaje elemental”.

En el caso particular de México, detalla el investigador, ya existía una percepción de que se acercaban movimientos sociales que podrían poner en riesgo al gobierno y aunque 38 años después, la DFS desapareció, dejó una serie de legados muy presentes.

"Sin Transparencia se retrocede a la peor época del PRI"
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Y, en efecto, el espionaje era algo innegable. El mismo Presidente ha dicho que la DFS estuvo al tanto de sus actividades en Tabasco. Lo sabe porque hay informes al respecto firmados por Miguel Nazar Haro, penúltimo director de esa agencia.

La desaparición de la DFS, dice el investigador, se da también por un cambio en la historia, pues para los años 80 había ya otros intereses. A la par, la Dirección se enfrenta a diferentes problemas, pues se comienza a infiltrar el narcotráfico.

“Antes de la apertura de los archivos de la DFS había muchas versiones. Su apertura modifica la historia de los últimos 50 años de los movimientos sociales”
JACINTO RODRÍGUEZ, Investigador

“Se convirtió en un nido donde cada quien hace lo que le conviene. Además, uno de los grandes errores fue que se cerró la Dirección pero no hubo seguimiento a los agentes, que son quienes contaban con información muy privilegiada. Muchos de ellos terminaron cerca de grupos del crimen organizado. No es casualidad que después de la DFS, particularmente el narcotráfico comienza a generar rutas bien hechas de operación en México”.

El narco, enfatiza Rodríguez Munguía, representa “apenas un hilo” de todos los temas que atendía la DFS, pues contaba con una agenda “tan amplia como la de un gobierno”.

Acervo inexplorado

Los documentos de la Dirección Federal de Seguridad son resguardados por el Archivo General de la Nación y ahí se han encontrado temas relacionados con movimientos como el del 68; sin embargo, a 36 años de su extinción, Rodríguez Munguía calcula que sólo se ha estudiado aproximadamente un 10%, es decir, una mínima parte.

"Sin Transparencia se retrocede a la peor época del PRI"
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“Antes de su apertura sólo había versiones, y al intentar documentar toda esa información, nos encontrábamos con un muro”, explica Jacinto Rodríguez Munguía y agrega que el informe fue solicitado por encargo del expresidente Vicente Fox: “Ese trabajo abrió la puerta para que el gobierno abra los archivos de la DFS”.

El investigador sostiene que la solicitud del expresidente también se dio en un contexto específico.

“Más allá de los resultados, es un gobierno que no es priista y es un presidente que no está preocupado por los costos políticos que pueda tener la apertura de archivos. Con el regreso del PRI viene otra vez un proceso de cierre cuidadoso y sutil que hoy mismo se padece”.

Sostiene que entre 2002 y 2015 hubo un boom para la apertura de archivos y para ello, “el INAI fue elemental porque se dio una sinergia entre todas las instituciones para la apertura de archivos”, pues no hubo una necesidad de presionar “mucho” y lograr el acceso.

Rodríguez Munguía ha investigado a profundidad diferentes temas, como la relación entre la prensa y el gobierno o el movimiento estudiantil de 1968, trabajos que reforzó con documentos de la DFS.

Los resultados se traducen hoy en la publicación de libros como La otra guerra secreta. Los archivos prohibidos de la prensa y el poder (2007) y 1968: Todos los culpables (2008).

“Adentrarme en los documentos del 68 modifica mi lectura sobre ese hecho. Pasa de ser un suceso entre buenos y malos, e incluso de una visión limitada del presidente Gustavo Díaz Ordaz como el gran responsable, a mirarlo en la complejidad, en la que hay una serie de personajes que hicieron actos que daban por hecho que nunca se iban a abrir esos archivos. Teníamos muchas historias, sin los archivos hubiera sido imposible (conocerlas)”.

Ahora, ante la posible extinción del INAI, espera que sea una decisión que se reconsidere pues todavía hay varios documentos que no han sido estudiados; y de concretarse la decisión presidencial, acceder a los archivos sería complicado.

“El INAI fue la institución paraguas sobre la cual funcionaban las demás instituciones y el Archivo General de la Nación. Sin esas circunstancias no habría sido posible el nivel de acceso que tuvimos durante por lo menos 10 años. Había una disposición y hoy no son los mejores tiempos (para acceder a los archivos), por el contrario, hay un retroceso”.