Como en su primera edición, en 2020, la feria de ha regresado a , justo a Campo Marte, el tradicional espacio de actividades militares donde a los presidentes les gustaba exhibir su poderío. Bada ha aprovechado las posibilidades del lugar y regresó para exhibir a sus artistas en ese sitio que, hasta donde se sabe, no ha sido privatizado. Nos cuentan que estarán más de 150 creadores, entre consagrados y emergentes, y que esta feria promete ser distinta de otras, porque los artistas tienen un contacto directo con el público, sin intermediarios. Hace dos años, los organizadores tuvieron el privilegio de que les prestaran el espacio a partir de un convenio amistoso “con las instancias pertinentes”. ¿Lo obtuvieron de nuevo?, ¿puede cualquier ciudadano tener un convenio amistoso para que le presten los espacios de la ciudad y montar su feria?

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