Andrés Manuel López Obrador envió el 24 de noviembre una carta a los funcionarios públicos para informar que emitirá un decreto relacionado con la protección patrimonial “para especificar los ordenamientos jurídicos que se violan cuando se actúa de manera deshonesta”. Y dijo también que su gobierno “castigará con base en la ley a cualquier empleado federal” involucrado en el daño, saqueo y venta ilegal de bienes culturales. ¿Para qué un decreto que ordena cumplir leyes existentes?, ¿por qué no, simplemente, aplicarlas?, las leyes para eso son, para cumplirlas, ¿o no? El especialista en legislación cultural, el doctor Bolfy Cottom, nos advierte la coincidencia de esta carta con el acuerdo publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) por el que se declara de interés público y seguridad nacional la realización de proyectos y obras a cargo del Gobierno de México, entre ellos el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía, en donde existe una gran cantidad de vestigios arqueológicos y paleontológicos, pues en nombre de la seguridad nacional, nos dice, no habría “manera de reclamar que se cumplan con plazos para proteger bienes arqueológicos y bienes paleontológicos”. El tema, nos enfatiza, es preocupante.
Que becarios de arte recibirán recursos esta semana
Hace unos días le contamos que los becarios del Sistema Nacional de Creadores de Arte, del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (ExFonca), no han recibido el estímulo de noviembre y que hay un retraso de prácticamente tres semanas. Los becarios, finalmente, tienen una explicación institucional. El martes recibieron un correo de Tareke Ortiz, de la Subdirección de Operación de Estímulos a la Creación, en el que se les explicó que ya se había gestionado el recurso, “toda vez que el periodo de ambiente controlado de la SHCP puede, en momentos excepcionales, provocar regulaciones de flujo en incertidumbre con respecto a en qué momento se concrete”, pero que “afortunadamente” ya les podían decir que esta semana los recursos comenzarán a llegar, y que lamentaban “profundamente los inconvenientes”. La explicación, nos dicen, no quita no sólo las complicaciones generadas, sino la tardía respuesta institucional.