La orquesta que dirige el argentino David Barenboim , compuesta por músicos israelíes, palestinos y de otros países de Medio Oriente, llevó esta semana un mensaje de paz a un Estados Unidos desgarrado por una retórica política divisiva.

Durante casi 20 años, jóvenes de países confrontados han tocado juntos música clásica en la West-Eastern Divan Orchestra , creada por el director argentino-israelí y el fallecido intelectual palestino estadounidense Edward Said.

"Estamos buscando algo casi imposible, pero aún así lo intentamos", dijo Kian Soltani, el violoncellista austriaco-iraní de 22 años que brindó una impresionante ejecución el miércoles en el Centro John F. Kennedy de las Artes Escénicas de Washington.

La orquesta abrió su programa con el poema sinfónico de Strauss "Don Quijote", inspirado en la novela homónima de principios del siglo XVII sobre el romántico caballero errante que combate a tiranos imaginarios.

En muchos sentidos, la pieza es una metáfora de la propia orquesta. "Si alguien nos dijera que la paz en Medio Oriente es imposible, no dejaríamos de luchar. Seguiríamos como ahora porque creemos que es posible", manifestó Soltani a la AFP, primer solista.

"Como Don Quijote: él cree que es un caballero, piensa que su sueño es posible. Todos le dicen que no lo es, pero a él no le importa".

Por quijotesco que parezca, el proyecto está realizando su primera gira estadounidense de costa a costa, en momentos que el país ha presenciado estupefacto una serie de crímenes de odio letales y cuando la crispación política y social parece acercarse a su apogeo.

La política y la guerra han frustrado el objetivo de la orquesta de actuar en todos los países de origen de sus integrantes, entre ellos Egipto, Irán, Israel, Jordania, Líbano, Siria, los territorios palestinos y España.

Hubo un concierto en la ciudad cisjordana de Ramala en 2005 pero ninguno en Israel. "Es una pena", dijo a la AFP la violista Miriam Manasherov, de 37 años y la otra solista en esta obra. "El día en que podamos tocar en Israel o en los otros países árabes a los que no puedo ir será un gran logro".

Ella interpreta a Sancho Panza, quien apoya a su maestro que se volvió loco mientras persigue sus ideales del amor, la justicia y la paz en un mundo hostil.

La pareja también se lució en la interpretación de la Quinta Sinfonía de Tchaikovsky, que avanza de la oscuridad a la luz en cuatro movimientos cuyo hilo conductor es el tema del "destino".

En "Don Quijote", el héroe finalmente abandona su sueño, regresa a casa y muere entre sus seres queridos. La orquesta espera marchar hacia un futuro diferente.

Aunque es consciente de que la West-Eastern Divan Orchestra , que toma su nombre de una obra lírica del alemán Goethe inspirada por el poeta persa Hafez, no ha tenido mucho impacto en el terreno en Medio Oriente, David Barenboim destaca que el proyecto ha dejado un sello "excelente" musicalmente.

"Ha cambiado la actitud de cada persona que ha pasado por ella. Son aproximadamente mil personas", dijo Barenboim, nacido en Argentina pero que reivindica también las ciudadanías israelí, palestina y española.

"Nadie que llegue aquí con las ideas preconcebidas que sean se va pensando de la misma manera", agregó.

La primera gira de la orquesta por Estados Unidos es una especie de vuelta a casa para Barenboim, de 75 años, quien dejó la Orquesta Sinfónica de Chicago en 2006 después de más de cuatro décadas durante las cuales fue pianista y director allí.

Esta ciudad fue precisamente la primera parada de la gira el lunes, que dio paso después a actuaciones en Washington, en el Carnegie Hall de Nueva York, en Berkeley, California y Los Ángeles.

"Es un conflicto entre dos personas que están profundamente convencidas de que tienen derecho al mismo pequeño trozo de tierra, preferiblemente sin el otro", dijo Barenboim sobre el conflicto israelí-palestino.

"No puedes resolver esto militarmente, a menos que mates a todos, y no puedes resolverlo políticamente".

"Solo puedes resolverlo llegando al punto en que ambas partes entiendan que sus destinos están inextricablemente vinculados y, por lo tanto, aceptan la existencia de la otra" parte, precisó.

Engañosamente simple, este precepto resume el espíritu que da vida a esta orquesta y a la Barenboim-Said Akademie en Berlín, donde ingresan talentosos músicos sobre todo de Medio Oriente y África del Norte a desarrollar su carrera profesional.

Y para hacer énfasis en ese espíritu, el cierre del concierto se hizo con la obertura de "Los maestros cantores de Núremberg" de Richard Wagner, una obra ampliamente utilizada en la propaganda nazi y subvertida por el maquillaje único de la West-Eastern Divan Orchestra para ser celebrada con una ovación de pie.

akc

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