El país invitado de honor de la 45 edición del Festival Internacional Cervantino , Francia, ha traído a una cantante encantadora, Jeanne Cherhal , con una carrera relativamente joven –su primer álbum se realizó en vivo en el Olímpico Nantes en 2001- y ha conseguido, en poco más de una hora, conquistar al público de la fiesta del espíritu con su candidez y con su música.
El debut en México de esta cantautora que se ha destacado en su país natal por sus divertidas canciones de “aire insolente” y por su “remarcable voz”, se ha dado con el concierto “En solo”, con música que habla lo mismo de su padre, de su niñez, del amor, de un verano cualquiera en Francia; pero también de injusticias sociales como el asesinato de una chica sudafricana a manos de sus vecinos por ser homosexual.
Jean Cherhal, en un espacio habitado por luces y por su piano, seduce con su voz, con su música, pero sobre todo por su carisma. Habla en español acerca de cada uno de sus temas y se reconoce sorprendida por cómo los mexicanos pueden recibir calurosamente a una “perfecta desconocida”.
La cantante de 39 años fue educada en el campo por un padre plomero y una madre maestra. Para ellos también hay composiciones, especialmente para los días en que su papá debía trabajar en aguas negras y pestilentes. Advierte que es una canción difícil, con aroma a mierda. Pero no importa. Ella logra la belleza.
La carrera de la francesa ha ido en ascenso. Tras su debut en el año 2000, realizó inmediatamente una gira de 80 fechas y al año siguiente, su álbum. Desde entonces, se ha convertido en una figura de la música francesa.
Su concierto con única fecha, podría ser uno de los más cándidos de esta edición del festival, de esos que acarician las almas.
sc