A más de 7 mil kilómetros al sur del continente, en Buenos Aires, Argentina, cuatrocontemporáneos se reunieron casi de forma inesperada en la exposición"", organizada por Fundación Proa.

Para Julieta Aranda, Rafael Lozano-Hemmer, Abraham Cruzvillegas y Damián Ortega no es como que las técnicas y las temáticas de sus obras los conectan entre sí. Tampoco la geografía, pues residen en latitudes distintas, entre México, Alemania y Canadá. Al final, este encuentro un tanto fortuito ha hecho que el cuarteto de artistas reflexione sobre qué es la identidad mexicana para ellos y si eso se ve reflejado en su arte.

Precisamente esa es la premisa de Espejos de México, reflejar al público argentino distintos aspectos de lo mexicano.

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“Me gusta la posibilidad de explorar la visión hacia el sur, porque la tendencia es ir al norte”, dice Damián Ortega (Ciudad de México, 1967) sobre llevar a Argentina su famosa escultura de Cosmic Thing, que consiste en un “vocho” desarmado y todos sus componentes están suspendido en el aire. Es tan solicitada la obra, que Ortega produjo otra casi igual a la original, que actualmente se exhibe en el , en la Ciudad de México. Es la primera vez que las dos obras se muestran al mismo tiempo.

Ortega no se siente cómodo con la idea de ser un reflejo de lo mexicano. “México es muy grande, muy vasto, muy diverso, me cuesta trabajo ser un espejo”. Sin embargo, es una situación distinta para su obra, porque comprende que ésta sí puede fungir como espejo de lo mexicano: “Es una pieza que sí tiene identidad nacional, pero también despierta complicidad donde quiera que se muestre, es una pieza lo suficientemente nacional como para poderse expandir para ser una obra global”.

Abraham Cruzvillegas presenta obras de recién creación, que originalmente no estaban planeadas para ser parte de la exposición colectiva sobre México. Se trata de Autorretrato pendiente contemplando el impresionante ballet de la transformación, que trata sobre la autoconstrucción, acto de hacer casas de forma improvisada en zonas marginadas, como en la colonia donde creció. Autorretrato ciego es una pieza mural con papeles que forman la identidad de Cruzvillegas, como tickets, cartas, notas, pero pintadas de forma que nos se descifra su contenido. Con Nuestra imagen actual, su serie de pintura de monos que surge por su pasado de monero, presenta a dos mandriles, mientras que Otras rutas son esculturas.

El cambio de planes de la muestra lo lleva a reflexionar sobre su identidad como artista mexicano:

“Mis obras no tienen que ver con México. Soy mexicano y pues hay que aceptarlo (…) es un accidente la existencia. La exposición tiene la virtud de mostrar que somos muy distintos y eso apunta políticamente a entender que la identidad mexicana es una construcción del Estado, porque la diversidad es nuestra riqueza, pero a partir del proyecto vasconcelista se trató de aplanar como si sólo fuera una. Apelar a una identidad monolítica, como hizo el proyecto revolucionario del muralismo, es una gran injusticia”, dice Cruzvillegas.

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Autorretrato ciego es un mural con papeles que forman la identidad de Abraham Cruzvillegas, pero pintadas de tal forma que nos se descifra su contenido. Foto: Fundación PROA
Autorretrato ciego es un mural con papeles que forman la identidad de Abraham Cruzvillegas, pero pintadas de tal forma que nos se descifra su contenido. Foto: Fundación PROA

Julieta Aranda (Ciudad de México, 1975) presenta Rescatando mi propio cadáver (un conjunto alterno de peldaños para el ascenso a la oscuridad), la primera parte de una serie que lleva trabajando en los últimos 10 años. Se trata de una instalación (compuesta por video y esculturas) que reflexiona sobre la condición del humano en el siglo XXI y cómo recurre a “trampas” para poder negociar con su presente y futuro.

“Son especulaciones. Las condiciones de hoy son distintas a las del siglo XX, en vez de tener esta idea del progreso que viene por delante, lo que hoy tienen de frente los jóvenes es el colapso ecológico. Al mismo tiempo están ocurriendo grandes descubrimientos tecnológicos que en el siglo XX no nos imaginábamos. Lo que produce esta conjunción es lo que me interesa investigar”, explica Aranda.

La artista detalla que en esta obra las esculturas en la sala (un traje de trabajo, una red y más), son un espejo de lo que ocurre en el video. Estos componentes representan las “trampas” a las que hace referencia Aranda para solucionar las problemáticas actuales.

“(Tenemos) la fantasía de que nos podemos ir de la Tierra si se estropea todo. Esa es la trampa con la que más problemas tengo. La pieza es sobre la posición del ser humano vis-à-vis con el mundo y lo que nos toca hacer”.

Aranda, quien tendrá una retrospectiva en el MUAC a finales de año, reflexiona sobre la identidad mexicana en la exposición: “Somos cuatro artistas muy distintos y lo que hace (la exposición) es reflejar que no hay manera de contener a México en una sola imagen”.

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Rescatando mi propio cadáver (un conjunto alterno de peldaños para el ascenso a la os c u r i d ad ) , de Julieta Aranda, reflexiona sobre la condición del humano en el siglo XXI. Foto: Fundación PROA
Rescatando mi propio cadáver (un conjunto alterno de peldaños para el ascenso a la os c u r i d ad ) , de Julieta Aranda, reflexiona sobre la condición del humano en el siglo XXI. Foto: Fundación PROA

Rafael Lozano-Hemmer presenta Matriz de voz, una instalación lumínica que se activa con la voz de los participantes. A través de un intercomunicador, la pieza almacena los mensajes que dejan los asistentes y crea un archivo. “La pieza es una especie de coro. Me interesa la idea de que la atmósfera no es neutral y es una idea del siglo XIX de Charles Babbage, inventor de la primera computadora, que decía que todo lo que decimos se queda en el aire”. Por eso el artista buscó hacer tangible esta idea de una gran biblioteca de voces.

Sobre su presencia en la muestra, el artista que reside en Montreal, Canadá, dice: “Siempre he defendido que lo que haga un artista mexicano, es arte mexicano. Hay muchos lugares comunes sobre lo que significa ser mexicano, pero a mí las tradiciones experimentales que han sucedido en México, especialmente con la electrónica, me inspiran. Como que la radiodifusión llegó a México con los poetas estridentistas. Decía Carlos Fuentes que ‘México antes exportaba utopías y ahora exporta apocalipsis’. En mi caso, busco hacer algo más espectral y teatral”.

La instalación lumínica de Rafael Lozano-Hemmer, Matriz de voz, se activa con la voz de los participantes y graba sus mensajes Foto: Fundación PROA
La instalación lumínica de Rafael Lozano-Hemmer, Matriz de voz, se activa con la voz de los participantes y graba sus mensajes Foto: Fundación PROA

Héctor Orestes, encargado cultural en la embajada de México en Argentina y quien ha apoyado en la organización de la muestra, señala que el público argentino la ha recibido con entusiasmo y que es considerada una de las más relevantes de arte contemporáneo en el calendario cultural de la ciudad. “Es interesante que se trata de artistas que buscan un lenguaje distinto que va más allá de los códigos tradicionales del arte mexicano”, agrega.

La exposición, de la que se editará un catálogo, estará abierta al público hasta septiembre.

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