De George Steiner a Oliver Sacks, de Albert Camus  a Cirlot y Merton, de George Orwell a Nicolás Gómez Ávila, pasando por Norman Manea, Marc-Alain Ouaknin, Iris Murdoch, Pablo D´Ors, Chantal Maillard, Richard Sennett, David Le Breton, Philippa Foot y muchos otros escritores, filósofos, psicólogos, antropólogos, historiadores, sociólogos, neurólogos y neurocientíficos, monjes y sacerdotes, han sido leídos, desentrañados y compartidos poren “Libros alegres” (El Tapiz del Unicornio, 2024), la más reciente de sus obras que reúne alrededor de 60 mini ensayos sobre autores que “sin caer en la ingenuidad o en la militancia edificante tienen una visión optimista y equilibrada de la vida”.

El poeta y ensayista asegura que se trata de un catálogo de autores muy heterogéneo, con libros que no se limitan a la literatura, sino que abarcan las más diversas materias: filosofía, psicología, antropología, religión e historia; obras que son novedades o revisiones, pero también son hallazgos que ha encontrado, que ya están fuera de los catálogos, del ojo público y de la moda, pero que con las cuales, afirma González Torres, ha conformado un coloquio que tiene como aire de familia común el equilibrio analítico, la serenidad, el optimismo moderado y sobre todo la sonrisa.

“En esta tertulia e incluido autores que de ningún modo podrían llamarse optimistas ingenuos, pienso en Cioran, pienso en Nicolás Gómez Dávila, hay un abanico muy amplio, no se trata simplemente de literatura edificante o de un ejercicio de lo que se denomina sanación, sino simplemente de un catálogo de lecturas de lecturas inteligentes, moderadamente optimistas que contribuyen tanto a imbuir un mayor equilibrio analítico en su lector como también a transmitirle un sentimiento de sosiego”, afirma el también autor de “Sobreperdonar” y “¡Qué se mueran los intelectuales!”.

Foto: Armando González Torres.
Foto: Armando González Torres.

Torres ha incluido sobre todo libros alegres, libros agridulces, que no tienen sólo el tónico dulce, ni el tónico amargo.

“Los libros más frecuentes son agridulces, que es la tónica de muchos de estos autores. Lo que también traté, inconscientemente, en este catálogo de libros y en esta búsqueda de escritores, fue evitar esos extremos que favorece el mercado contemporáneo, por un lado, este optimismo ñoño que proviene mucho de la llamada literatura de autoayuda y que tiene que ver con este voluntarismo de que todo se puede simple y sencillamente con un acto de voluntad, y por otro lado, está visión que siendo muy premiada y recompensado por el mercado en la literatura y en la filosofía, de la visión apocalíptica sin matices”, afirma el ensayista.

“Me interesaba encontrar un punto medio, que contribuya a tener una mejor perspectiva, tener una visión más equilibrada del mundo y tomar mejores decisiones”, agrega el escritor que publicó todos estos en la columna que publica en el suplemento “Laberinto”, en la que habla de autores a los que elige por la calidad literaria y el placer que son capaces de transmitir.

“Mi objetivo también es transmitir, en lo posible, mi experiencia de lectura y que quien busque este libro, si es que no conoce a estos autores, salga de estos títulos como yo, más sereno, más jovial y más contento”, dice González Torres, quien señala que los autores reunidos en “Libros alegres”, aprecian el milagro de la existencia y ponderan algunos avances de la civilización, algunas virtudes y cualidades que puede tener el ser humano, pero sin endiosarlo, sin llegar a la utopía y sin llegar a los extremos de autoflagelación y autoconmiseración a los que es tan afecto el pensamiento posmoderno.

Afirma que, en todos los autores aquí citados, entre los que también están hay una vertebración, una unión muy marcada entre lo espiritual y lo intelectual e incluso lo carnal, y en este sentido, son autores lenitivos, curativos y terapéuticos, que, reunidos, dan forma a un catálogo de escritoras y escritores muy heterogéneo y muy amplio que aborda las diversas dimensiones del optimismo y también de la tragedia humana.

“La lectura tiene un valor en sí mismo terapéutico desde luego y al enfrentarnos a la más diversa gama de experiencias y emociones, también al enfrentarnos a la otredad radical, es una manera no solo de ampliar la experiencia humana, sino de estimular la tolerancia y el diálogo, y en este sentido sí forma parte de un propósito, de una meta que ha estado muy presente en lo que yo escribo”, afirma el autor de libros de poesía como “Los días prolijos” y “La peste”.

“Libro alegres”, se presentará mañana viernes, a las 19 horas, en la Casa Universitaria del Libro de la UNAM (Orizaba 24, Roma Norte) con los comentarios de las escritoras Ana Clavel y Ligia Urroz, del editor José Antonio Lugo y del propio poeta y ensayista Armando González Torres.

Foto: Armando González Torres
Foto: Armando González Torres
Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Comentarios