La se dio por diferentes factores, uno de ellos fue el militar, en el que se deben tomar en cuenta elementos como el armamento que portaban mexicas y españoles, y aunque faltan estudios científicos sobre esas herramientas, especialistas resaltan que los conquistadores no actuaron solos, sino que contaron con el apoyo de otros pueblos indígenas.

El 13 de agosto se cumplirán 500 años de la caída de Tenochtitlan, suceso que de acuerdo con Eduardo Matos Moctezuma, se dio por cuatro factores: el psicológico, el económico, lo sanitario y lo militar.

El factor militar, dicen los arqueólogos Arturo Montero y Marco Antonio Cervera, es de suma importancia por los tipos de armas y aditamentos que usó cada parte, a pesar de que tenían diferentes conceptos de la guerra.

“La guerra se manifiesta con tácticas y principios distintos, pues los conceptos de modos de producción de ambas partes eran diferentes. La guerra europea era de aniquilación o de sitio, y en Mesoamérica consideraban más importante obtener un tributo. No era tanto una destrucción sino una apropiación tributaria”, explica Montero, catedrático de la Universidad del Tepeyac.

Además del concepto de guerra, dice Montero, en el territorio mesoamericano había una situación social específica debido a los tributos que pedían los mexicas a las otras comunidades.

La inteligencia y las armas indígenas, determinantes para el triunfo en la conquista
La inteligencia y las armas indígenas, determinantes para el triunfo en la conquista

La idea es secundada por Marco Antonio Cervera, especialista en arqueología militar: “La Conquista es una suerte de macro rebelión indígena que ve en Cortés una oportunidad. Además, los conflictos son producto de los casi 100 años de expansión del imperio mexica”.

Y aunque las fuentes históricas difieren sobre la cantidad de hombres que participan en la guerra, ambos arqueólogos dicen que no eran tantos españoles, pero el grupo se robusteció gracias a los pueblos indígenas. “Hoy hay una tendencia política e ideológica que quisiera presentarnos a las tropas de Cortés como un ejército importante, pero no es así”, indica Montero.

Herramientas de batalla

Tras la llegada de Cortés al actual territorio mexicano, varios grupos se adhirieron a las fuerzas españolas y para 1521 ya contaban con artillería, caballería y perros de ataque, pero Cervera explica que no se trataba de tecnología más vanguardista:

“Los españoles no traían la última tecnología de finales del siglo XVI, porque era cara y la Corona nunca pagó nada. Cortés pagó todo, incluidas las armas. Su poco arsenal fue residuos de otras guerras”, asegura.

Entre los aditamentos europeos destacan las cotas de malla (especie de camiseta de hierro), cascos denominados capacetes ibéricos, de finales del siglo XV. También arsenal ofensivo: arcabuces (tipo de arma de fuego), ballestas, espadas, lanzas con punta de hierro, alabardas y dagas. “Sobre la artillería se ha estudiado muy poco. No hay estudios científicos, académicos y profesionales que detallen el tipo de artillería que se utilizaba”, indica Cervera, aunque especifica que tenían un tipo de cañón llamado falconete.

Parte del armamento español, detalla el especialista, estaba conformado por perros y caballería, y por jinetes ligeros, poco armados que habrían llevado solamente lanza y adarga, un tipo de escudo.

“La caballería fue muy importante porque gracias a esas herramientas se ganaron algunas batallas, como las de Centla y Otumba. Con respecto al uso de los perros, hay pocos estudios y muchos mitos en ponerlos acorazados. Sí se utilizaron, pero no se mencionan muchos. El animal más importante fue el caballo”, sostiene.

De lado mesoamericano, los mexicas contaban con varias herramientas. Tenían ofensivas, de larga distancia, como el tlahuitolli o arco, las mitl o flechas, el micómitl (donde guardaban las flechas), la temálatl u honda y el átlatl, para lanzar dardos.

La inteligencia y las armas indígenas, determinantes para el triunfo en la conquista
La inteligencia y las armas indígenas, determinantes para el triunfo en la conquista

Esas armas, dice Cervera, formaban “un armamento panmesoamericano”, es decir, que era usado por todos los pueblos de la época. También había especiales para la defensa, como el chimalli o escudo y el ichcahuipill (coraza de algodón).

“Las armas indígenas, comparadas con otro tipo de arsenal o planoplia, eran frágiles, pero no olvidemos que la obsidiana tiene capacidades de cortes muy importantes. Es preciso decir que surgieron varios mitos en pensar que por las formas de combate mexicas, sus armas eran para herir y no matar. Eso es un error, porque gracias a estudios tenemos claro que tenían capacidades letales”, agrega.

Al reflexionar sobre las diferencias entre mexicas y españoles, los arqueólogos sostienen que hay muchos mitos, sobre todo el que dice que desde el inicio los españoles eran más poderosos. “La tecnología mexica era suficiente para combatir a los españoles. En el primer momento de 1519 ‘hubieran durado para poco’ si se toma en cuenta la cantidad de efectivos indígenas. No es el armamento ni es la epidemia que había en aquel momento, el factor decisivo fueron los aliados, el ejército multiétnico, pues los españoles capacitaron a los tlaxcaltecas en las técnicas de guerra europea”, dice Montero.

Por su parte, Marco Antonio Cervera señala que, en efecto, el armamento es distinto desde el material que fue elaborado. Sin embargo, hace un llamado: “Tenemos que quitarnos la visión de que eran armas españolas contra mexicas, ya que el gran grueso de las tropas que iban con Cortés eran indígenas. En realidad, la Conquista se logró en gran porcentaje por la panoplia indígena, pues el número de españoles era muy poco”.

Al centrarse únicamente en el factor del armamento, Cervera señala que además de los objetos, otro elemento fue la poliorcética: estrategias de ofensa y defensa, que implementaron los españoles, pues Tenochtitlan estaba rodeada de un lago y los conquistadores les cortaron el suministro de agua y alimentos, y al interior, el pueblo enfrentaba una epidemia.

Previamente, los españoles fabricaron bergantines, pequeños barcos que usaron para llegar al centro de la ciudad prehispánica, mientras los mexicas sólo contaban con canoas.

“La mezcla de los bergantines sí fue muy importante, pero no podemos caer en el determinismo tecnológico, es decir, que se ganó por un arma, sino que son muchos factores. Sin llegar a nacionalismos absurdos, tenemos que dar crédito a los mexicas, porque eran un pueblo ofensivo, se expandían y asediaban, pero nunca en su historia hubo un ejército a las puertas de Tenochtitlan y en ese contexto, no lo hicieron tan mal”, dice Cervera.

Ese argumento es reforzado por Arturo Montero, quien afirma que los mexicas no contaban con el conocimiento ni la maquinaria, sino que conforme avanza la guerra desarrollan sus herramientas.

Aunado a ello, enfatiza Cervera, la colaboración de otros indígenas fue esencial: “Siempre se piensa que la ruta de Cortés fue marcada por él, pero el conquistador no conocía. Todo lo atribuimos a la inteligencia militar y es falso, la verdadera inteligencia la pusieron los mismos indígenas. Si bien el arsenal español era superior que el indígena, el número de tropas y armamento fue limitado. Fue un conflicto entre armamento indígena”.