La decisión de permitir el ingreso al fiscal general, Alejandro Gertz Manero, al Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt, y otorgarle el Nivel III, el máximo para la institución, tras una queja interpuesta por el propio funcionario ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), ha generado una serie de cuestionamientos y críticas por todas sus implicaciones y, sobre todo, por el trasfondo político. El contexto es el siguiente: el funcionario quiso ser miembro del SNI desde 2010, pero sus pares evaluaron que no tenía los méritos. Entonces, acudió a tribunales y se falló en su contra. Su último recurso fue poner una queja ante el Conapred, organismo que depende de la Secretaría de Gobernación, quien recomendó al Conacyt que sí le dieran una revisada más al currículum del funcionario. Y no sólo eso, la titular del Consejo, María Elena Álvarez-Buylla, coincidió con el Conapred y dijo que sí hubo “parcialidad” en las evaluaciones de 15 destacados investigadores. Total, que se creó una Comisión Especial Dictaminadora que recién resolvió que Gertz Manero sí puede ser miembro y hasta de nivel III, por sus cinco libros como autor único, sus dos capítulos de libros y sus seis artículos científicos, sin pertenecer a ninguna institución académica y con un currículum muy deficiente para los parámetros del Sistema. El Conacyt se saltó el reglamento porque sí. ¿Es culpa de Gertz Manero? En estricto sentido, no. Él pidió ser miembro y ya se lo dieron. Haiga sido como haiga sido. Por otro lado, ¿qué tiene que ver con todo esto el Conapred?, ¿se puede hablar de discriminación académica? Este organismo ya salió a decir que ni lo miren porque nomás recomendó que le echaran otra miradita a la trayectoria del Fiscal General de la República, alias Alejandro “N”, pero que la bronca de si sí o si no, es exclusiva del Conacyt. Y, otra vez, en estricto sentido, así es. Además del comunicado de Conacyt, donde justifica que le dio a Gertz Manero el nivel III como reparación del daño, y que será nivel III pero que no recibirá ningún apoyo económico, ¿la doctora María Elena Álvarez-Buylla no le dirá nada más a la comunidad científica que permanentemente halla trabas para avanzar en el Sistema?