Hace unos días, en , la secretaria Alejandra Frausto recordó su infancia y las comidas familiares, donde, dijo, aprendió la virtud que rige su gestión como funcionaria: “No parto a ninguna empresa importante sin escuchar a quien me debo, que es a la comunidad”, declaró. Lástima que eso no aplique para los trabajadores que en su administración están contratados bajo el régimen del Capítulo 3000, a quienes parece no escuchar que les adeuda el salario de cinco meses; también contó que cuando fue invitada a tomar el cargo le hizo una petición al : “Rescatar a Fonart de la extinta Sedesol”, pues la gestión anterior del Fonart había tenido una visión “siniestra” que daba “la idea de que el arte popular no podía elevar la línea de marginación...” : “no veas la paja en el ojo ajeno sino la viga en el tuyo propio”, porque hasta ahora Fonart está en Cultura, pero tan marginado como miles de artesanos que no reciben apoyos en serio, apenas unos tianguis, festivalitos y concursos que sólo benefician a unos cuantos.

Taibo II, víctima y visionario

Otro funcionario de la 4T que ha robado cámara es el director “ocasional” —dicho por él mismo— del FCE, Paco Ignacio Taibo II, quien entrevistado por el camarada John Ackerman en su programa de Canal Once se quejó de las calumnias “sistemáticas” que padece desde esta columna, y dijo que nunca en su vida había visto tal bombardeo mediático. El escritor señaló que sólo un nuevo se cree “esa falacia de la libertad de expresión amenazada”. El funcionario morenista, que se autocensuró y le “sacó” a hablar de Ricardo Monreal, Mario Delgado y Lilly Téllez, adelantándose a 2024 dijo, en plan de visionario, que cuando ya no esté “nuestro gran presidente” (calificado así por Ackerman), vendrá una nueva definición: “Cada momento tiene sus héroes, tiene sus figuras, tiene sus dirigentes, los construye y tiene su dinámica, y no tardará mucho cuando el furor popular vuelva a desatarse en la medida en que va a ser una espiral creciente los conflictos con la oligarquía”.