Aunque ya pasó Semana Santa, a finales de mayo habrá una resurrección: la de, ángel caído del cielo de la burocracia dorada luego de un bochornoso enredo nada diplomático en su exoficina de la Cancillería. Pero la vida sigue y si resucitó Lázaro por qué no Enrique Márquez; además, el historiador volverá a la vida pública con un niño entre los brazos. Se llamará Pensamiento Crítico y, según él, no es un recién nacido, tiene algo así como 10 años y es una asociación para reflexionar sobre temas políticos y culturales del mundo. Márquez va con todo porque además el niño traerá un libro bajo el brazo: el libro "Nos queda la palabra", que será el primer título del programa editorial de la asociación. ¿Nadie le dijo a Márquez que es de muy mal gusto que un editor que se entrena publique como primer libro uno suyo? Parece que no, pero bueno, muy su asociación, muy su editorial y muy su fiesta. Y como padrino de tanta celebración estará ni más ni menos que el canciller, Marcelo Ebrard, quien presentará la obra de Márquez y con ello acallará varios chismes: entre otros, que a pesar de todo el vodevil ocurrido en la , Márquez sigue cerca de él para lo que se ofrezca... Yendo por esta línea, ¿acaso este proyecto de Márquez estará ligado a la precampaña presidencial de Ebrard? ¿Oiremos ahí algunos mensajes dirigidos a la comunidad cultural sobre lo que pasaría si el Canciller fuera la corcholata buena de la contienda? ¿Con esa presentación Márquez comenzará a trazar la ruta como el aspirante al puesto de Alejandra Frausto? Quizá la precampaña hacia la Secretaría de Cultura está por comenzar.