Las mentiras o verdades a medias han nutrido la narrativa de los hechos acontecidos desde hace casi dos meses alrededor de la agregaduría cultural de México en España, al menos esa es la verdad que argumenta el escritor que el 7 de agosto fue cesado como agregado cultural, y quien insiste en señalar a Enrique Márquez, director ejecutivo de de la Secretaría de Relaciones Exteriores, como un funcionario que ha construido una variedad de mentiras que tienen a esa representación diplomática en la polémica.

En entrevista telefónica, Hernández insiste en que es mentira que él llamó “viuda borracha” a la embajadora de México en España, y dice que en realidad el propio Enrique Márquez es el creador de esa frase; y asegura que Márquez miente cuando dice que él escribió el texto con críticas a Marx Arriaga para luego argumentar censura en su contra.

Hernández hace el recuento de cómo informó a personal de la cancillería de las amenazas que estaba recibiendo vía WhatsApp de parte del escritor Bruno H. Piché, contra quien ya comenzó una demanda, y también cómo abordó el asunto con la embajadora Oñate y su intento de informar directamente al canciller sobre sus supuestos dichos en una comida privada, que sostuvo con amigos el 29 de junio, en la Ciudad de México.

¿Tú imitaste a la embajadora durante esa comida de amigos, bromeaste con ella, dijiste que era una “viuda borracha”?

No, no, yo no hago imitaciones de mujeres. Como el propio Márquez mencionó, yo imito a Octavio Paz , que es la que más me gusta hacer, lo único que comenté fue que cuando se despidió Pablo Iglesias de la vida pública, la embajadora me preguntó si me di cuenta de que Iglesias cerró su discurso con unos versos de Silvio Rodríguez y cantó la canción de “El Necio”. Eso fue lo único, y lo que causó digamos mucha risa en la mesa fue que mi mejor amigo dijo “ahí hubieras sacado la guitarra para que la embajadora también supiera que eres un trovador”. Eso fue lo único. La frase que ha repetido Márquez y que yo soy incapaz de repetir es una frase de él.

"En cuanto Piché quiso empezar a despotricar, lo conminamos a que agarrara la onda, no andábamos en onda de hablar de... traumas ni de ni del servicio exterior, esa es la neta”

¿En la comida del 29 de junio se hablaron “cosas” contra el canciller?

En cuanto Piché quiso empezar a despotricar, los demás lo conminamos a que agarrara la onda, ya que no andábamos en onda de hablar de oficinas ni de traumas ni del servicio exterior, esa es la neta.

¿Las amenazas de Piché comenzaron al día siguiente de esa de esa comida?

No, yo todavía estuve dos o tres días en México y hasta que estaba yo de regreso en España fue cuando empezó a mandarme WhatsApp; la ironía es que yo mi número telefónico se lo apunté en un libro que le dediqué y que dejé en México para que se lo entregaran, y por lo visto eso detonó una reacción psicótica .

¿Cuáles eran las amenazas que vierte Bruno contra el canciller?

Eso no te lo puedo decir, pero Márquez ya se metió en un embrollo él solito, quiere hacer públicos los contenidos que afectan directamente a Marcelo Ebrard .

¿Has hablado con el canciller?

No, lamentablemente no pude hablar con él, era mi intención desde un principio hacerle saber el contenido de los mensajes, desconozco si se lo hicieron saber y desconozco si Márquez intentó solucionar el problema cortando por lo sano. Siendo en primera instancia lo sano conmigo, y luego nombrando a Lozano como agregada.

¿Por qué tanto ocultamiento alrededor de esta historia?

Yo habían mantenido en el anonimato el nombre de él (Bruno H. Piché) porque según el debido proceso yo tenía que mantener a ese personaje en la oscuridad. El Órgano de Control Interno me estaba esperando con la denuncia y que no la realicé finalmente en primer lugar porque Márquez me dijo que no lo hiciera, entonces es exactamente lo contrario de lo que afirma él. Las mentiras que ha dicho se basan en decir lo opuesto a la verdad , o sea, la mejor definición de mentira.

¿Una narrativa construida con base en tu información?

Él está hablando de una comida en la que no estuvo presente y se le olvida que hay tres mujeres y cuatro hombres que estuvimos en la mesa alrededor de Piché y que somos siete personas que podemos dar un testimonio de lo que se habló en esa mesa. Luego él está haciendo público no sé si la totalidad de unos WhatsApp entr e Bruno H. Piché y yo, que yo mismo decidí no revelar por la procacidad , vulgaridad y tono intimidatorio y amenazante que utilizó el señor Bruno H. Piché, a quien sólo le respondí una sola vez con signos de interrogación.

¿Tú informaste primero a Enrique Márquez?

Cuando yo regresé de México a la primera persona que informé fue al subdirector del Instituto Cultural de México , con quien yo hacía equipo para mantener milagrosamente el Instituto sin presupuesto, y al ministro de la embajada. Esas dos fueron las primeras personas de la Secretaría a quienes les dije: “Este hombre me está intimidando y me está amenazando”; lamentablemente, la embajadora recibió el chisme de parte de un amigo íntimo de ella y cuando ella me preguntó, me dijo: “Me llegó un chisme de una persona (Piché) que ni conozco y no puedo creer lo que me dijo. No lo creo” y agregó: “Yo te creo a ti y quiero dejar esto zanjado, esto para mí ya quedó atrás”.

¿Tú le contaste a Márquez buscando su protección?

Es absurdo que ahora Márquez pretenda decir que yo busqué protección con él cuando uno de los problemas iniciales de esta nueva gestión de la embajadora fue que Márquez me indicó, como debe de ser, que mi jefa era la embajadora y me dejó de hablar durante meses. Posteriormente, en estado de ebriedad, porque él tiene un problema de alcoholismo, Márquez juzgó que yo había sido oportunista o poco leal desde que mandé felicitar a María Carmen Oñate por su designación como embajadora. Esa felicitación la hice junto con otras 32 personas que trabajábamos en la Embajada.

¿Dice Márquez que tú escribiste sobre Marx Arriaga con intención de usarlo luego como censura?

Absolutamente es mentira.

¿Enrique Márquez tiene copia de todas las amenazas?

Sí y aquí hay una cosa interesante: dos días antes de cesarme, cuando apareció el artículo de Marx Arriaga , Márquez me pidió que borrara de mi teléfono los WhatsApp de Bruno H. Piché, como es su costumbre me lo pidió a través de repetidas llamadas telefónicas. Por ejemplo me dijo: “Voy a colgar, quiero que los borres ahora mismo y si tienes fotografías también bórralas, te llamo en cinco minutos”. Y efectivamente, a los cinco minutos me llamó, dando por hecho que había borrado los WhatsApp y las fotos. Confieso que le dije que sí lo había hecho, pero no lo hice.

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¿Y las acusaciones de maltrato a mujeres?

Que el doctor Márquez insinúe que había un expediente de quejas de mujeres en mi contra en la Cancillería no sólo es mentira, es una calumnia en este caso.

¿Vas a actuar contra Piché? ¿Vendrás a México para eso?

No es necesario, se puede hacer primero por poder. Ya comencé.

¿Piché sigue amenazando?

Ya no, lo peor para un psicótico es que se desvelen sus artimañas y que se le encare, el problema de muchos escritores es que nunca nadie lo había enfrentado.

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