En los últimos meses hemos escuchado a los funcionarios de la secretarías de Cultura federal y de la Ciudad de México decir que los presupuestos para el sector cultural son limitados, pero que de todos modos harán todas las “tareas sustantivas”. También hemos escuchado a muchos artistas pedir apoyos para las industrias culturales, frente al desastre económico que ha implicado el cierre de espacios, y nos han contado que cada vez que buscan un diálogo con las autoridades, se topan con la misma respuesta: no hay dinero. Si así están las cosas en las grandes oficinas, ¿cómo están en las regionales? Pues peor. O al menos es así en Acapulco. En los últimos días la prensa local, como Sur Acapulco, ha registrado que la comunidad cultural de Acapulco anda muy mal porque para este año no habrá recursos para las actividades de la Dirección de Cultura, según se ve en el proyecto de Presupuestos de Egresos del municipio 2021, aprobado por el Cabildo. También reporta que hay creadores que reclaman que si no hay recursos para hacer actividades, tampoco debería de haber para pagar nóminas de funcionarios culturales. Así las cosas. Y eso que en Guerrero quedó el gran legado cultural de Alejandra Frausto. A ver si ya de perdida alguien le recuerda al Cabildo el poder de acciones culturales y de proyectos como cine sillita. ¿Porque aún existe en el estado, verdad? ¿O no?

Feminismo de palabra pero no en la práctica

¿Qué se entiende por feminismo en la 4T? Esa es una pregunta que más de uno se planteó ayer durante la inauguración del Pabellón de la Reina Roja, en Palenque. Verá usted, por una parte, el Presidente dijo que el hallazgo de 1994 se dio por el apoyo del gobierno de ese momento —que estaba encabezado nada más y nada menos que por Carlos Salinas de Gortari— y gracias al trabajo de mujeres, entre ellas “estudiantes que estaban llevando a cabo sus prácticas en Palenque”. Aunque no mencionó siquiera a la arqueóloga Fanny López Jiménez, quien fue fundamental en tan importante descubrimiento, pero sí pidió un aplauso para el arqueólogo Arnoldo González Cruz, quien encabezó el proyecto. Por otro lado, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura, dedicó su discurso a la Reina Roja, a quien describió como un “símbolo ancestral de la mujer contemporánea”, y aprovechando el micrófono agradeció a su jefe “por haber luchado por la libertad que ahora se ejerce y no sólo se anhela”. O sea, no sólo se les escatima reconocimientos a investigadoras, además se coloca, como nunca antes, protección a Palacio Nacional, ¿que no eso pone en tela de juicio una administración que tiene a la cabeza al “presidente más feminista”, como lo han definido varias de sus funcionarias?