Aunque su aportación a la Historia de México es extensa y conocida, la investigación del Códice Mendoza como objeto artístico sigue dando información nueva y relevante, este aspecto fue recientemente abordado por el investigador e historiador del arte de la Universidad de San Francisco de Quito, Jorge Gómez Tejada, en una nueva versión facsímil del códice.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el académico aborda parte de la investigación que realizó en colaboración con la Universidad San Francisco de Quito y la Biblioteca Bodleiana de Oxford, trabajo que analiza la creación de este códice por parte de los escribas mexicas, conocidos como tlacuilos, y la forma en que el texto viajó por Europa hasta llegar a Inglaterra.

¿Cómo podemos entender el tlacuilolli?

Lo podemos definir como el arte de pintar y escribir del mundo mexica. No olvidemos que esta obra fue creada en algún momento, entre 1542 y 1552 y es sin duda alguna uno de los proyectos colaborativos, entre artistas nahuas, conocidos como tlacuilos, e intérpretes hispanos; la narrativa que surge en los 71 folios del Mendoza fue construida a partir de la convergencia de la pintura-escritura nahua con la escritura alfabética española y presenta una historia tripartita del mundo mexica, desde la fundación de Tenochtitlan en 1325 hasta la muerte de Moctezuma II en 1520.

¿Cuántos tlacuilos participaron en el mendocino?

Al inicio de los análisis históricos y políticos de este códice surgió un problema, se pensaba en pintar y en escribir como dos cosas separadas; entonces, los tlacuilos son pintores escribas, la comunicación en Mesoamérica se daba a partir de imágenes que funcionan de manera ideográfica y silábica, partamos de ese punto para entender al tlacuilo.

El tlacuilo era una persona entrenada para transmitir contenidos por medio de sus composiciones, el color, la forma, la escala, todo forma parte de un discurso desarrollado por estos pintores escribas. Mi estudio sobre el Mendoza concluye con la teoría que muestra dos manos, dos estilos distintos de dibujo y dos estilos distintos de aplicación del color en toda la elaboración del códice. No podría aventurarme a decir si fueron dos tlacuilos o cuatro, tenemos que investigar más para llegar a esas conclusiones, pero definitivamente no fue un solo individuo, estamos construyendo nuevo conocimiento.

Usted desmonta la teoría de la llegada del Códice a Francia. ¿Cómo llegó a esa conclusión?

De acuerdo a las fuentes históricas, el mendocino fue creado por encargo del primer virrey de España, don Antonio Mendoza, para ser mandado a Carlos V de España y brindar información sobre el imperio mexica, pero después de caer en manos de corsarios franceses, el manuscrito llegó a Francia, donde lo compró un geógrafo, André Thevet, quien lo firmó en 1553, eso dicen las fuentes históricas.

“El Códice Mendoza se usó para legitimar la conquista”: Jorge Gómez Tejada
“El Códice Mendoza se usó para legitimar la conquista”: Jorge Gómez Tejada

¿Se deriva una nueva interpretación histórica en esta nueva edición?

Algo que defiendo y que concluyo en mi investigación es la idea de que el Códice Mendoza fue usado para legitimar la conquista española sobre los mexicas; este documento fue creado para ser mandado a Europa en medio de un debate fuerte en España sobre la legitimidad de la conquista, tema que plantea fray Bartolomé de las Casas y que algunos otros pensadores de 1520 en adelante debaten entre sí y que culmina en la pregunta: ¿tiene derecho una nación de dominar a otra nación solamente porque la considera inferior? La narrativa a lo largo de los tres apartados del Códice Mendoza es demostrar en letra y en su composición artística que los mexicas eran una nación soberana con leyes, sistema político y que poseían humanidad, tema que los conquistadores no recibieron con agrado, al justificar la toma de Tenochtitlan con el argumento que los pobladores eran ingobernables.

¿Qué es lo que nos lleva una y otra vez al mendocino? ¿Cuál es su verdadera aportación para el imaginario histórico de México? ¿Por qué los estudiosos volvemos una y otra vez a este documento? Porque, en pocas palabras, lo que impacta es la fuerza de sus imágenes, la fuerza narrativa que nos da el libro, pero también la narración que crea en su análisis. El Mendoza es un texto cuyas propiedades generales se encuentra en constante cambio, en cada uno de los momentos que este objeto y sus contenidos son estudiados, éste responde a preguntas puntuales y particulares de historiadores, y éstos a su vez responden a los intereses del momento histórico en cual operan. Pensar al Códice Mendoza desde una perspectiva artística y narrativa nos ayuda a entenderlo mejor en nuestros tiempos.

En materia de imágenes, ¿vemos algo diferente en esta nueva versión?

Cuenta con una mejor calidad en las fotografías y una mayor semejanza al color del primer códice, además de aproximarse al tamaño real de las páginas, las cuales miden 31 por 21 centímetros y en este facsímil se les resta solamente un centímetro por lado.

Correspondencias en el Templo Mayor

Para dar a conocer esta nueva investigación del Códice Mendoza, el pasado 25 de agosto se llevó a cabo la conferencia titulada Los muchos rostros del Códice Mendoza: lo que sabemos hoy de este documento fundacional mexicano, presentada por el arqueólogo e investigador Leonardo López Luján y por Jorge Gómez Tejada como invitado especial, en el auditorio de El Colegio Nacional.

Durante su participación, López Luján expuso un análisis de su trabajo en El Templo Mayor; mostró algunas correspondencias que han dejado ver vestigios encontrados en las excavaciones y que están representados en el Códice Mendoza.

Asimismo, refirió que, contrario a lo que muestra el Códice en algunas de sus páginas, los hallazgos de oro registrados en las excavaciones del Templo Mayor son pocos si se comparan con otros países. “El mendocino hace alusión a los tributos de oro, y en las ofrendas que hemos encontrado hallamos muy poco oro, en 44 años de excavaciones hemos encontrado menos de un kilo de objetos de oro, lo que hace una gran diferencia con otros países de América Latina”.

Por su parte, Gómez Tejada abordó las temáticas que componen al Códice, dividido en tres secciones, que dan cuenta del nacimiento de Tenochtitlan, un apartado sobre su economía y crónicas de vida del imperio mexica. “Hay una parte del Códice que muestra la forma de educación de los niños mexicas, muestra que esta sociedad tienen capacidad de crear política.

“El debate en ese momento era si la gente de Tenochtitlan tenía la cualidad de tener humanidad, de poder amar, de vivir en una sociedad; este libro nos muestra la defensa de la soberanía mexica, es evidente que demostró que los mexicas eran una sociedad civilizada”, concluyó.

La nueva versión facsimilar del Códice Mendoza, El Códice mendocino: nuevas perspectivas, se puede comprar por Internet a través de la plataforma de Amazon y se encuentra en negociaciones para ser publicado en México por la editorial Porrúa y por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

EL DATO
La nueva versión facsimilar del Códice Mendoza, El Códice mendocino: nuevas perspectivas, se puede comprar por Internet. 

"Mi estudio sobre el Mendoza concluye con la teoría que muestra dos manos, dos estilos distintos de dibujo en su composición, no fue solamente un individuo”


"El Mendoza es un texto cuyas propiedades se encuentran en constante cambio; pensarlo desde una perspectiva artística y narrativa nos ayuda a entenderlo mejor” 

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