La tenía anunciado para sus conciertos del 17 y 18 de septiembre a un director de orquesta brasileño justo para estrenar en México la “Suite Vila Rica”, de Mozart Camargo Guarnieri , compositor también brasileño.

El problema es que los organizadores, a quienes por lo visto les falta que alguien los organice, desconocían que desde el 18 de agosto hay una nueva norma que exige visa a los visitantes brasileños en México, lo que provocó que, de emergencia, se le pidiera a Gustavo Rivero Weber encargarse de la dirección.

Otra emergencia ocurrió en el X Concurso Nacional de Piano Angélica Morales, que organiza el con un jurado nacional, pero entre cuyos integrantes estaba el cubano Jorge Luis Prats. Por problemas de salud, Prats canceló el jueves de la semana pasada, lo cual puso en aprietos al INBAL. En su lugar se invitó a la pianista cubana Iliana Morales, pero se rumora que le faltan tablas para ser jurado. Ojalá que la “improvisación musical” no afecte los resultados del concurso.

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Los rumores son fuertes. Dicen que la próxima semana, con el pretexto de una remodelación, se le ordenará trabajar desde casa al equipo que crea spots y videos y atiende a medios de radio y TV en el INBAL. Lo que todos sospechan es que la remodelación sea sólo un pretexto para desaparecer el área. Cuentan que el área editorial del Instituto prácticamente desapareció sin que nadie se enterara, así que los trabajadores temen que sea la hora de poner sus barbas a remojar. Es difícil saber qué pasará porque en esta administración, donde el desacuerdo y la queja no están permitidos, mucho se mueve en la sombra porque nadie entre los trabajadores más vulnerables quiere hablar. ¿Más austeridad franciscana?

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