En la existió por años la calle nombrada Puente de Alvarado, ubicada entre la calle Guerrero e Insurgentes Norte. Sin embargo, luego de la Primera Sesión Extraordinaria de la Comisión de Nomenclatura de la Ciudad de México, se aprobó la modificación de la nomenclatura de la vía pública “Avenida Puente de Alvarado” por “Avenida México-Tenochtitlán”, esto sin que colonos y comerciantes fueran consultados, situación que lamentan, aún más “ahora que están de moda las consultas”.

El cambio del nombre de esa vialidad fue anunciado el 10 de marzo pasado por la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum:

“Nos preguntamos ¿cómo es posible que haya una calle que se llame Puente de Alvarado, cuando Alvarado fue el principal perpetrador de la matanza del Templo Mayor? Y por eso tomamos la decisión de cambiar el nombre y quitar el nombre de Alvarado y ponerle Calzada México-Tenochtitlan”

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La modificación se hizo oficial el 14 de mayo, con la publicación del aviso en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México.

A un mes de ese anuncio, en un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se constató que la avenida aún cuenta con todos los letreros que indican su viejo nombre. En tanto que los vecinos están inconformes por no haber sido tomados en cuenta antes de hacer el cambio.

Vivieron por décadas en Puente de Alvarado y ahora les cambian su calle a México-Tenochtilán
Vivieron por décadas en Puente de Alvarado y ahora les cambian su calle a México-Tenochtilán

Al respecto, el historiador Alfredo Ávila, del Instituto de Investigaciones Históricas, señala que el cambio de las calles no es un hecho normal pero tampoco extraño, pues las nomenclaturas cambian de acuerdo con los intereses políticos de los gobernantes y por los cambios de algunas épocas.

Vivieron por décadas en Puente de Alvarado y ahora les cambian su calle a México-Tenochtilán
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El 22 de mayo de 1520, Hernán Cortés viajó al entonces puerto de la Vera Cruz, para enfrentar a expedicionarios enviados por Diego Velázquez, gobernador de Cuba. A cargo quedó Pedro de Alvarado. “Por su parte, los mexicas se preparaban para celebrar la fiesta de su deidad protectora, Huitzilopochtli, con el consentimiento de Alvarado. Cuando la ceremonia empezó, la multitud estaba reunida en el patio del templo para bailar y cantar; los invasores bloquearon las salidas y, repentinamente, atacaron a los hombres y mujeres desarmados que se encontraban en el Teoithualco de Tenochtitlan (la plaza del templo) (...) Como nos muestra la cita anterior, los nahuas recuerdan la matanza de Toxcatl como un asesinato premeditado”, documentaron los investigadores Lisa Sousa y Kevin Terraciano, en el artículo “La matanza de Toxcatl”, publicado en el portal Noticonquista.

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Sin embargo, Alfredo Ávila enfatiza que es necesario entender que personajes como Pedro de Alvarado actuaron a partir de su propio contexto y que desde el punto de vista de un historiador, lo que se busca es explicar procesos y lo que hicieron.

“Nosotros (los historiadores) no buscamos condenar ni reivindicar. Ahora, de un punto de vista más amplio, como ciudadano, las acciones de Pedro de Alvarado son condenables y censurables. El gobierno actual se asume como un gobierno demócrata, de izquierda y que hace consultas, pero no hizo una consulta sobre esto y no informó a la gente quién fue Pedro de Alvarado y qué representó para la Conquista”, indica Ávila.

El proceso

Vivieron por décadas en Puente de Alvarado y ahora les cambian su calle a México-Tenochtilán
Vivieron por décadas en Puente de Alvarado y ahora les cambian su calle a México-Tenochtilán

En la exposición de motivos, el gobierno capitalino dijo que a 500 años de la caída de Tenochtitlán “asume el compromiso por conmemorar estos hechos reivindicando la memoria de aquellas y aquellos mexicanos que fueron deliberadamente invisibilizados por las narrativas del sometimiento colonizador”.

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Agregó: “Sobre el supuesto suceso que llevó a nombrar la calle en comento como “Puente de Alvarado” (el hipotéticamente heroico salto sobre el agua que, en ese punto, habría dado Pedro Alvarado durante la llamada “Noche triste”), es importante tomar en cuenta que —como recientemente lo ha recordado nuestro secretario de Gobierno, José Alfonso Suárez del Real— los más reconocidos cronistas e historiadores de la Conquista y del pasado de nuestra Ciudad (Bernal Díaz del Castillo, José María Marroquí y Luis González Obregón, entre otros) han dado cuenta de que nada, documento o prueba que dicho evento haya ocurrido. En tanto, diversas fuentes documentan que esta leyenda fue creada por los conquistadores y sus descendientes para apuntalar una narrativa que diera un brillo épico”.

Pero Alfredo Ávila sostiene que si no se ve a la Conquista “como un proyecto enorme de distintos estados e imperios que estaban buscando controlar territorios, tributarios y manos de obra, cada uno con diferentes intereses , si no podemos entender que ninguno de ellos es bueno o malo, nunca vamos a salir de esa visión simple”.

Además de que el gobierno estableció el nombre como México-Tenochtitlán. “En vez de que este sea un gobierno de izquierda democrática, parece un gobierno nacionalista a la usanza del siglo XX. El nombre de México-Tenochtitlán es la vieja interpretación tradicional de que el México actual es lo mismo que México-Tenochtitlán, eso lo hubiera suscrito el presidente López Portillo, pero ahora sabemos que los orígenes indígenas mexicanos no sólo son de México-Tenochtitlán sino que están en toda Mesoamérica, pero también en todas regiones y que las diferencias son importantes”, dice Ávila.

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El dato

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Frases

“Sólo empezó a sonar que ahora la calle se llamaría de otra forma. Hubieran hecho una consulta para que pudiéramos opinar”. Lourdes Guzmán. Vendedora de periódicos.

“Vivo aquí, en el número 88, hace 30 años. Ojalá nuestros representantes nos hubieran consultado antes. Ni modo, qué le vamos a hacer”. José. Vecino