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Un premio, un programa literario, una universidad

Ethel Krauze habla de la creación del Premio Nacional de Cuento de la UDLAP, ganado esta primera edición por Enrique Escalona, y reflexiona sobre el acierto que representa

A la izquierda, Enrique Escalona, ganador del primer Premio Nacional de Cuento UDLAP, acompañado de Luis Ernesto Derbez, rector de la universidad. Crédito: https://blog.udlap.mx/
07/12/2025 |00:59Ethel Krauze |
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A la Universidad de las Américas, Puebla, la UDLAP, se le ha ocurrido lanzar un gran programa literario, que incluye un certamen nacional de cuento, becas, estancias, posgrados y más. Y, lo hace, dando en el blanco, nada menos que en el marco de la Feria Internacional del libro de Guadalajara 2025





Todo esto me parece un síntoma de buena salud por parte de ambos lados: una institución educativa que dedica este esfuerzo a la promoción de la literatura, y un público de jóvenes en formación y de lectores que buscan más alternativas para hacerle frente al mundo caótico en el que vivimos, cifrado por la ley de la posverdad, ahí donde nada es verdadero ni falso, sino todo lo contrario.

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El discurso político se ha visto arrastrado por estas premisas en las que cada uno tiene el derecho de construir su narrativa exclusiva, y además, creérsela, independiente de los datos duros que arrojan las estadísticas del propio gobierno en turno. Siempre es posible maquillar estos datos con un Photoshop sintáctico, de manera que luzcan para posar en pasarela de aplausos sordos.

Se dice que en este país se lee muy poco, y eso nos hace presa fácil de la subordinación. Los jóvenes están atados a los aparatos tecnológicos, se nota a simple vista, no hay que estudiar mucho el fenómeno para darse cuenta de la situación. Pero, se pierde el foco, puesto que los jóvenes están leyendo y escribiendo como nunca antes, precisamente en esos aparatos tecnológicos. Las redes sociales son eso, espacios de libertad para leerse y escribirse.

Así que, resulta perfectamente oportuno, y, diría, audaz, que una universidad dé un giro en otro sentido y lance un programa literario de largo alcance donde esta efervescencia juvenil tenga diversas desembocaduras. Porque, en general, las universidades están sumamente preocupadas en incorporar la IA, las tecnologías de vanguardia y más allá, a sus programas de estudio. No quieren que los jóvenes se alejen y les ofrecen más y más de esto mismo.

Crédito: El Universal

He sido invitada en el marco de la Fil Guadalajara, a la entrega del primer Premio Nacional de Cuento, de la UDLAP, un premio único, abierto a personas mayores de edad con nacionalidad mexicana o con residencia en México, para registrar cuentos originales, entre 5 y 25 páginas completamente inéditos. La respuesta rebasó las expectativas, y Enrique Escalona fue el ganador con un cuento delicioso, “O Kyrios Jeri”, sobre una mano que vive por su cuenta las aventuras que nunca pudo tener cuando pertenecía a un hombre completo.

Bien dice el gran pensador contemporáneo Yuval Noha Harari, en su ensayo, Nexus, donde expone la historia de las redes de información, desde la Edad de Piedra hasta la IA, que el primer artefacto tecnológico que inventó la humanidad fue el lenguaje, y su función, la de contar relatos. El relato es la base de la civilización. Nos recuerda que todo lo demás son “soportes” donde se fijan para convertirse en historia de la comunidad. Por lo mismo, devolverle su función primigenia y primordial a la construcción del relato es la propuesta de vanguardia más avanzada que pueda existir el día de hoy. Si la IA suple esa función, en vez de ser un instrumento, sería un sujeto de su propia historia. No hemos llegado a ese momento. Estamos a tiempo de devolverle la dignidad y la vigencia a la literatura como sistema de formación universitaria.

En el marco de la Fil Guadalajara, se anuncia también: El Taller-Residencia para Jóvenes Escritores Mexicanos “Bajo la Pirámide; Beca convenio UDLAP-PROFÉTICA, una alianza entre dos fundaciones para promover los estudios de licenciatura en literatura, otoño 2026; El libro del semestre: “Dialogar con los que leen”; fomento a publicaciones, y un próximo Posgrado con especialización en Creación Literaria.

Más literatura, el mejor antídoto contra el caos, la ansiedad y la desesperanza que azota a tantos jóvenes, para que ellos puedan escribir los cuentos que los acechan y los mantienen despiertos, los acompañan en momentos de tristeza y decepción o los encuentran en un amor insospechado, construir sus relatos, reconocerse y encontrar caminos. Las universidades están para eso.