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El pasado 17 de noviembre, Youkali Cabaret, el último proyecto de teatro cabaret de Tito Vasconcelos, entró en una pausa después de casi cuatro años de trabajo; las razones de su cierre son multifactoriales, pero una de ellas responde a la falta de presupuesto y apoyos institucionales. Otros dos espacios de la Ciudad de México que comparten un problema semejante son El Círculo Teatral impulsado hace 17 años por Alberto Estrella y Víctor Carpinteiro; y Ceuvoz, el estudio fundado en 2006 por la actriz Luisa Huertas.

La crisis económica no es privativa de Youkali Cabaret, El Círculo Teatral y Ceuvoz, pues estos tres espacios de formación y/o trabajo dedicado al arte escénico coinciden en que esta es la situación que priva en toda la comunidad artística y cultural de México, resultado de la falta de apoyo a creadores, cancelación de programas y reducción de estímulos para la creación artística que sólo se pueden leer como un desinterés o menosprecio de la administración actual por la creación cultural.

En febrero pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que su gobierno no transferiría recursos a ninguna organización social, sindical, civil o movimiento ciudadano; a lo que se sumó la crisis en el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) que al final termina impactando a la comunidad cultural pues ha habido cancelación de apoyos, y alertas como lo dicho por la senadora Jesusa Rodríguez contra las becas del Fonca para creadores de arte.

Todas estas problemáticas se suman a otros factores que inciden en la mala situación por la que atraviesan espacios culturales que están en riesgo de cerrar sus puertas por falta de apoyos institucionales, inseguridad, violencia e incluso por los daños por el sismo de 2017.


Punto final

El actor Tito Vasconcelos dice que el cierre de Youkali Cabaret responde a varios factores. “Cuando abrimos teníamos un contrato muy ventajoso porque el predio era una ruina y nosotros nos comprometimos a no permitir que se cayera, tuvimos un buen arreglo y la renta no impactaba demasiado en nuestro funcionamiento, y de hecho avanzamos muy bien pero unos cuantos meses después de la apertura. En enero del 17, sin aviso previo con los habitantes de la Zona Rosa, el doctor Ricardo
Monreal decidió que la iba a remodelar y tuvimos la calle de Amberes abierta en canal más de 18 meses”.

Sus gastos diarios eran de entre 4 mil, 5 mil pesos, sólo de sueldos, sin contar insumos, y al año requiere de al menos un millón de pesos, lo que generó una situación insostenible, a pesar de que, por ejemplo, su comedia musical La cría tuvo apoyo del Fonca, y antes Divina despierta fue coproducida con el Sistema de Teatros de la Ciudad de México.

“Ha sido un año ingrato, han desaparecido programas. El hecho de que una persona que fue importante para el medio artístico y que ahora es senadora de la República haga ese tipo de declaraciones incendiarias, de que el Fonca debería de desaparecer y que las becas tendrían que desaparecer, no puede ser posible; ella vivió de becas durante mucho tiempo, becas internacionales sí, pero becas al fin y al cabo, y ha sido una consentida”, afirma Vasconcelos respecto de Jesusa Rodríguez.

Teatro sin paredes

El Círculo Teatral, el teatro y escuela creado por Alberto Estrella y Víctor Carpinteiro tuvo que bajar el telón en 2017 tras los sismos pues el inmueble tuvo severos daños; hace tres meses acabó por ser demolido y hoy sólo queda un amplio predio y la certeza de que reedificarán el mítico teatro que ha tomado la comunidad teatral.

Los dos actores aseguran que la situación de la cultura es tan mala desde las instituciones que van a recurrir a las empresas privadas “que están más interesadas en los proyectos culturales que el propio gobierno”. Aunque reconocen que gracias al Conaculta —hoy Secretaría de Cultura—, recursos personales y al apoyo de Altos Hornos de México pudieron adquirir el inmueble, hoy el espacio no existe. Dicen que en 15 años de vida muchos de los proyectos se hicieron con apoyo del Fonca, de Efiteatros y de coproducciones con Estados Unidos, pero que hoy eso es imposible.

“Muchos creíamos que en este nuevo periodo iba a haber apoyo a la cultura. No puede haber recorte a la cultura, a la parte de creación artística porque entonces ¿cómo encontramos identidad?, ¿donde nos vamos a ver reflejados sino es a través del teatro, del cine, de la danza, de la escultura, de la música? No puede ser que piensen en quitar las becas, pensar que son inservibles o que se les está dando a los privilegiados cuando son fundamentales, gracias a esas becas, a la de Jóvenes creadores, yo pude tener la oportunidad de seguir desarrollándome como creativo”, afirma Estrella, quien agrega como un problema los recortes a Efiartes.

Dice que no se puede perder ese apoyo, que fue una iniciativa que costó mucho trabajo, de María Rojo y de mucha gente, que fueron años de esfuerzos para que ahora con la mano en la cintura lo quieran desaparecer. “Yo estoy de acuerdo que a lo mejor los recursos han sido mal repartidos; lo que se tiene que hacer es que haya cláusulas para la entrega pero no quitarlo”, dice Estrella y Víctor Carpinteiro lo secunda: ”Todo esto tiene que ver con esa falta de sensibilidad que siempre ha habido, se recorta a la cultura porque las autoridades no se dan cuenta de que es un elemento fundamental de la sociedad”.

El riesgo de morir

El Centro de Estudios para el Uso de la Voz (Ceuvoz), fue creado en 2006 por la actriz Luisa Huertas; en 13 años ha ayudado en la formación de cerca de 400 actores de todo el país; sin embargo, la situación de ese espacio es tan mala que está a punto de cerrar sus puertas debido al desinterés de las autoridades culturales y a la cancelación de estímulos como Proyectos Etiquetados y porque han dejado de recibir apoyos para la formación.

Ese centro no cuenta siquiera con un inmueble propio, aunque han buscado tener uno en comodato; en mayo se vence el contrato de alquiler del espacio pero ni siquiera tiene garantizada la renta de aquí a ese mes. Durante varios años recibieron un subsidio anual del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), porque ellos daban la formación vocal que el instituto no da; sin embargo hace unos años ya no fueron beneficiados; luego aplicaron a obtener recursos etiquetados de la Cámara de Diputados y en algunos años los obtuvieron hasta que este 2019 desaparecieron.

“Metíamos nuestro proyecto a la Cámara de Diputados, nos apoyaban, a veces sí a veces no; hemos buscado apoyo también en fundaciones privadas donde eventualmente nos apoyan y eventualmente no, así fueron ocurriendo los diplomados, no paramos nunca de abrir la puerta a los estados de la república”, señala Ramón Saburit, director de relaciones públicas de Ceuvoz.

Hoy el diplomado que imparten desde 2006 está en riesgo de desaparecer, lo mismo que el encuentro anual. “A partir de la llegada de esta administración, a partir de que se cerraron los apoyos a las asociaciones civiles, que fueron suspendidos, pues por más que gestionamos, vimos, buscamos, no pudimos tener el apoyo, por lo tanto no pudimos tener el recurso y suspendimos el encuentro”.

Saburit dice que el futuro del centro es muy incierto, la voluntad está en seguir, pero la renta subirá de manera desproporcionada y no podrán sostenerla. “Seguimos insistiendo ante quien se pueda pero en esta administración se ha vuelto mucho más difícil. ¿Qué vamos a hacer?, no lo sabemos”.

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