Cada 16 de septiembre las máscaras de los diablos de Teloloapan recorren las calles de esa ciudad mexicana, en Guerrero , para recordar cómo asustaron a los españoles en su guerra de la Independencia , un "espanto" que ha llegado a las calles de Almagro , localidad de la provincia de Ciudad Real , en el centro de España, y a su Festival de Teatro .

Los diablos se visten con un largo abrigo de cuero, guantes y botas y en la cabeza llevan máscaras de madera de hasta 20 kilos de peso y casi un metro de altura cuajadas de cuernos, figuras de animales y crines en una mezcolanza diseñada expresamente para atemorizar a quienes las ven.

La docena de "diablos" que ha viajado a España ya mostraron ayer, durante la entrega del Premio del Corral de Comedias a la actriz española Adriana Ozores , sus máscaras e hicieron restañar sus "chicotes", una especie de látigo trenzado con una fibra natural llamada ixtle , y esta noche y mañana lo harán de nuevo en la Plaza Mayor de Almagro .

"Ser" diablo se transmite de padres a hijos y sirve, según explican, para pasar el testigo de hechos históricos a través del folklore.

Para el Festival de Teatro Clásico de Almagro, que este año tiene como país invitado a México y da a la mujer un gran peso en la programación, han recuperado, además, la memoria de María Getzamaní, "Venadita" , una muchacha que nació "sin ser nada ni nadie" y acabó como pieza fundamental de la rebelión contra los españoles.

"No sabemos si la 'Venadita' murió en combate, en 1821, con la máscara puesta y el chicote al aire o en un convento pero su enseñanza perdurará para siempre", explica el grupo de los diablos en la información que reparten entre el público para hacerse "oír" más allá de sus telúricos y atronadores "ruidos de guerra" .

nrv

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