“Esto no es lo que parece” es una apuesta retadora, en palabras de la directora Isabel Toledo. La obra se desarrolla a través de ensayos, acciones e historias testimoniales de cinco actrices: Karen “Sawí” Basurto, Edurne Goded, Tae Solana Shimada, Michelle Menéndez y Daniela Luque.
Es clave mencionar, continúa Toledo, los momentos contemplativos de la obra: “Es una invitación para que el público se sitúe en un lugar donde el tiempo ocurre de otra forma y no en la vorágine de la ciudad. La idea de la distensión del tiempo tiene que ver también con dislocar ciertas expectativas que hay de la representación y, en particular, de la representación de las mujeres en el teatro. Al existir dentro del arte una tradición de la mujer como objeto de consumo, el planteamiento de una temporalidad distendida busca dislocar esa lógica un poco”, afirma.
Este tiempo “chicloso”, esa especie de paréntesis busca despertar la empatía, sin personajes ni trama, sólo los relatos de las actrices y la exploración, a través de 10 capítulos, de una idea: qué representa ser mujer en la Ciudad de México; cómo proponer, en claves diferentes, que el cuerpo de las mujeres en escena sea mirado de otras formas.
El punto de partida del proyecto fue una inquietud que tuvo la directora hace cuatro años: la exploración en torno a la violencia estética y las políticas de la mirada en el
Teatro, cuenta. “Entonces, convoqué a un grupo de creadoras de la escena para que, justo desde un sitio de incertidumbre ante la pandemia, nos encontráramos semana a semana, en un laboratorio documental”.
El entrelazamiento de la investigación escénica con relatos y experiencias personales fue un interés central. En 2021, 2022 y 2024 se presentó otra pieza que derivó del laboratorio: “Nosotras somos el tiempo”, una proyección para el espacio público.
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Natalia Sedano propuso el dispositivo escénico: el contraste entre dos jardines y un piso y una pared de madera; una serie de objetos para medir el tiempo, desde un reloj hasta una bicicleta (la medida que establece, por ejemplo, la bicicleta es lo que tarda en dejar de girar la rueda); y proyecciones multimedia diseñadas por Miriam Romero. “A su vez, este muro de madera sirve como pantalla de proyección del material documental de las actrices, de sus fotografías. Algunas son de su infancia, otras son más actuales. Un elemento importante es la textualidad: letreros que se proyectan en distintas superficies e integran el dispositivo. Creo que, por un lado, sí es sencillo, pero tenemos distintas capas dentro del dispositivo que fortalecen el discurso y se van entretejiendo con la dramaturgia escénica”.
La obra es una coproducción de Pentimento y Teatro UNAM. Podrá verse en el Teatro Santa Catarina (Jardín Santa Catarina 10, Coyoacán) hasta el 20 de septiembre, los jueves y viernes, a las 20:00 horas; sábados, a las 19:00; domingos, a las 18:00.
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