Contar la historia de la galería , que cumple 70 años este 2021, no puede hacerse sino de la mano de la historia de Tepito. Como no pasa con otros museos, la Velasco está muy ligada al barrio: es eco de la vida que ahí transcurre; es el único centro cultural permanente en la zona; ha difundido los movimientos colectivos y producciones culturales y literarias de sus habitantes; es puente con otras actividades de comunicación y cultura de la ciudad, el país y el mundo, y sufre los estigmas que pesan sobre el llamado Barrio Bravo: “¿Por qué nos citas o recomiendas algo que está en Tepito?”, aun hoy les oye decir a curadores el director Alfredo Matus.

La Velasco abrió el 7 de septiembre de 1951 como galería José Clemente Orozco (nombre que tuvo hasta 1962), y era parte de un proyecto de tres galerías populares que impulsó Fernando Gamboa, entonces director de Artes Plásticas del INBA; ésta es la única que sobrevive, y ese vínculo con Tepito confirma el sentido aquel que Gamboa buscó.

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Acerca del lugar de la galería en la comunidad, Matus refiere que se busca “construir legitimidad de las culturas subalternas”. Explica: “Ser un vínculo para que grafiteros, fotógrafos, mujeres, el colectivo LGBTI, se expresen; difundir su identidad o identidades dentro de proyectos de corte expositivo o con ponencias. El alcance puede ser muy acotado, pero es esa oportunidad que los programas de otros museos no tienen, porque no es importante construir la historia o las microhistorias, porque en sus programas están artistas que han tenido legitimidad en otros espacios o países. Nosotros buscamos gente que no tiene esa legitimidad, nosotros somos esa manera de que se abra un camino”.

En lo que va la de pandemia ni a la galería ni al barrio les ha ido muy bien. Matus, quien desde hace 14 años es el director, dice que ha sido un ejercicio de paciencia, de mucha incertidumbre, de preguntarte “¿cómo vamos a abrir?” En 2020 la programación se hizo cinco veces; en éste ha habido varios cambios y podría haber más a pesar de que el programa por el aniversario está muy definido y de que el pasado fin de semana inauguraron una de las tres muestras del año: La inverosímil historia de Peña Morelos, sobre uno de los grupos culturales más importantes de los 70, que nació en el barrio.

70 años de arte en Tepito: galería José María Velasco
70 años de arte en Tepito: galería José María Velasco

Aunque el tema de la crisis de presupuesto no es ajeno a su historia (por ejemplo, la administración anterior les quitó los recursos para cursos de verano y recortó a los trabajadores por Capítulo 3000, o todos los años el dinero para contenidos y actividades ha sido escaso), este periodo de la pandemia ha sido inédito en muchos sentidos, con todo y que la calle de Peralvillo, donde se ubica, como el resto del barrio, no ha cerrado prácticamente ni en los primeros días de confinamiento.

Durante 2020 la galería estuvo abierta (en distintos periodos y con restricciones), alrededor de cuatro meses; recibió un poco más de 700 personas pero en cuanto a su actividad virtual alcanzó la cifra de 57 mil 930 usuarios, para 53 eventos digitales.

“Cuando hacíamos algo sobre el barrio crecía el número de público digital, el barrio incentiva la curiosidad de muchas maneras”; aunque no fue tanto público del propio Tepito: “No hay aún dentro del barrio esa cultura de conectarse a un centro cultural”.

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Es cierto que la cifra de respuesta virtual es muy elevada, pero esos 53 eventos digitales fueron posibles porque el equipo de la galería pedía a autores o investigadores grabar videos. “Llamábamos desde las casas a los invitados, les contábamos que íbamos a hablar de ciertos temas, les preguntábamos si tenían la infraestructura para hacer un video, lo hacían con su celular o computadora, nos lo mandaban con una USB o virtual, y nosotros lo bajábamos y hacíamos el protocolo con Difusión del INBAL para hacer las cortinillas de Volver a Verte o Contigo en la Distancia”.

Otra opción fue hacer ediciones de materiales de stock de años anteriores. “Con nuestros recursos hacemos cosas a través de Facebook, por eso todos nuestros eventos son grabaciones, y nada más los difundimos. Lo estamos haciendo de la mejor manera posible, pero no hay infraestructura especial para esto”.

Matus resalta la cooperación que hubo en particular de Difusión del INBAL, y lamenta, por otra parte, que el personal sindicalizado no se haya reincorporado, por lo cual no ha sido posible, por ejemplo, actualizar equipos de cómputo, o reparar la fotocopiadora, lo que los obliga a ir a otros museos. La buena noticia es que hoy se está desarrollando un nuevo sitio web para la galería pues el actual no se renueva desde hace más de siete años.

“Tepito es sui generis: la contingencia no se respetó, sí hay casos de Covid, pero también su visión de la vida y la muerte es distinta”; ALFREDO MATUS, Director de la galería.

El presupuesto para 2020 era de más de un millón de pesos, pero ante los recortes por la austeridad se redujo “como al 60%”; ese dinero fue para pagar al personal de difusión, diseño, archivo y servicios educativos; el resto del equipo –en total son 14– son personal de confianza y sindicalizados que paga el propio INBAL. No dejó de pagarse a nadie en 2020. Este 2021, el presupuesto es también de alrededor de un millón, hasta ahora.

La vida con el barrio

Dar a la comunidad un espacio para que hable es uno de los sentidos de la galería. “Sigue siendo un estigma muy grande acudir a Tepito. Todavía no podemos romper en los públicos fuera de Tepito estos prejuicios. Tepito es sui generis: es un barrio desfavorecido, ellos no pueden tener la factibilidad de quedarse en casa todo el tiempo, entonces la contingencia no se respetó; sí hay casos de Covid, pero también su visión de la vida y la muerte es distinta; viven al día a día, es otra la manera de significar esta contingencia”.

70 años de arte en Tepito: galería José María Velasco
70 años de arte en Tepito: galería José María Velasco

“La idea de la muerte es algo presente; a lo mejor no es la palabra pero es algo 'cotidiano'. Creo, por ejemplo, que es innegable que una parte del barrio, a través del narcotráfico y todo, está acostumbrada a la idea de que puede morir, lo ve como parte de la vida; la muerte está acechando siempre. Los servicios de salud son ineficientes en el barrio, a pesar de que hay un centro de salud operando, la verdad es que para casos de Covid ha sido nulo el servicio; hay que ir fuera del barrio para atenderse. Ahorita hay un escándalo por los bares en las calles, los jóvenes se van ahí a Tepito porque ahí no hay restricciones como en otras zonas de la ciudad, y sí es un asunto clasista: para la clase media hay mucha información, pero para ellos no, entonces mucha gente de Tepito dice que no existe ese virus; aunque mucha gente ha muerto, lo ven como otra manera de enfermarse, como diabetes o hipertensión, que muchos tienen. Eso no los va a detener: ‘hay que proveer la papa’, como dicen. Entonces esto representa otra manera de visualizar no sólo la enfermedad sino los servicios a los que no tienen acceso y la información a la que tienen acceso pero sólo por la televisión porque dentro de Tepito no hay, por ejemplo, carteles; en otras áreas hay carteles que dicen 'Zona de Alto Riesgo', eso no pasó en Tepito”.

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El proyecto que se mantiene y el futuro

Acerca de lo que viene en el futuro, el director refiere que además de la exposición acerca de la Peña Morelos se hará un programa sobre el racismo y el clasismo en México, en el cual participarán antropólogos, escritores, historiadores.

Habrá también talleres de teatro digitales, uno con niños a través de máscaras para expresar sus sentimientos en torno de la pandemia. El taller de narración oral, que usualmente se hace en otras sedes de la ciudad, se llevará a Toluca, con un grupo de mujeres trans. “Es estar rastreando, precisamente, dentro de las comunidades, que tengan un espacio; estamos haciendo estos vínculos para que se difundan sus trabajos”.

Otro de los proyectos es una exposición, en septiembre, de fotografías acerca de masculinidades, de Federico Gama, y la presentación de entrevistas de él a otros fotógrafos.