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El sismo del pasado 19 de septiembre sí impactó la carrera por el gobierno de la Ciudad de México. Según la “Décima Cuarta Encuesta por la Jefatura de Gobierno de la CDMX”, atribuida al Cisen y levantada del 18 a 20 de octubre pasado, aunque Morena sigue liderando las preferencias de los capitalinos como partido, con 31.8%, contra 18% del PRD, 12% del PAN y 7% del PRI, al preguntar por los candidatos, Ricardo Monreal, medido como posible candidato del Frente Ciudadano por México, supera en los distintos careos a Claudia Sheinbaum, como abanderada de Morena, con diferencias de entre 2 y 3 puntos a favor del zacatecano.
La encuesta, con margen de error de más o menos 4% y 1,500 entrevistas en 100 puntos de la ciudad a personas mayores de edad, plantea cuatro escenarios o careos entre candidatos. Monreal logra 31.2% contra 29.9% de Sheinbaum, en el primer careo donde el candidato del PRI fuera José Narro con 13.7% y Pablo Escudero del Verde con 2.6%, y 19% de indecisos. En un segundo careo, Claudia Sheinbaum le gana sin problema a Alejandra Barrales, como candidata del Frente, al obtener la morenista 32.7% contra 26% de la dirigente del PRD; ahí el abanderado del PRI sería Aurelio Nuño con 10.8% y Escudero llega 3.42% con 23% de votantes indecisos. En un tercer escenario, nuevamente Sheinbaum gana con 31.8% contra 25% de Barrales, si el candidato del PRI fuera Narro con 14%, Escudero con 3.8% y 22% de indecisos. Y, finalmente, en el cuarto careo, otra vez Ricardo Monreal se impone por el Frente con 32.6% contra 31.1% de Claudia Sheinbaum, Aurelio Nuño con 11%, Escudero con 3.2% y 18% de indecisos.
En la medición por partidos, Morena se mantiene a la cabeza y creció 8 décimas de punto al pasar de 31% en julio pasado a 31.8% en octubre; el PRD, por su parte, cayó casi un punto de 19.2 que tenía en julio a 18.4% este mes, algo similar le pasó al PAN que bajó 4 décimas, de 12.7 a 12.3, mientras que el PRI creció de 7.1 a 7.3. Sumados matemáticamente los porcentajes de los tres partidos que forman el Frente Ciudadano por México —aunque electoralmente esa suma no es válida—, alcanzarían hipotéticamente 32.5 contando el 1.8% que obtiene Movimiento Ciudadano en esta encuesta.
Los números de este sondeo explicarían por qué Ricardo Monreal rechazó la invitación del PRI para ser su candidato, con un político “no gracias” y aduciendo un tema de “ética y congruencia”. En realidad, el delegado en Cuauhtémoc, que hoy sigue en pláticas y se disputa con Alejandra Barrales la candidatura del Frente, sabe que sólo sería competitivo ante Morena como abanderado del PAN-PRD-MC. Cálculos internos estiman que el 7.3% del PRI en la ciudad, con todo y su nuevo delegado Eruviel Avila, llegaría hasta un 20% con Monreal como candidato, insuficiente para ganar y muy distinto al 32% que logra el delegado en Cuauhtémoc como candidato del Frente. Por eso, muchos ven al zacatecano como la única opción para pelear a Morena la CDMX y, de paso, arrebatarle a AMLO su principal bastión de votos a nivel nacional en la elección presidencial.
Por ahora, los primeros sondeos confirman que el sismo sí sacudió el escenario político y puede traer una elección fuertemente cerrada y competida por la estratégica capital de la República, que hoy ya no se ve tan fácil para Morena como ocurría antes del movimiento telúrico.
NOTAS INDISCRETAS… A propósito de Aurelio Nuño, dicen que, aunque el afecto que le tienen en Los Pinos no ha mermado, sí hubo un detalle del secretario de Educación que no le gustó nada a Peña Nieto. Y es que en la cena que el Presidente tuvo el 11 de agosto con el empresario Carlos Slim, a donde acudió acompañado de Nuño y de los otros tres presidenciables del PRI, José Antonio Meade, Miguel Osorio Chong y José Narro, la columnista Lourdes Mendoza ya había revelado que aquella “convivencia” terminó ya entrada la mañana del día siguiente y que, entre platos y plática, corrió el buen tequila y otras bebidas espirituosas. Pues fue ya de madrugada cuando, en los grupitos que se habían formado después de la cena, una voz altisonante que reclamaba algo a gritos llamó la atención del Presidente. “¿Qué pasa?”, preguntó Peña, según refieren algunos asistentes. Y alguien le respondió: “Es Aurelio, que se le subieron los tequilas y está discutiendo fuerte con El Charal”. La expresión del Presidente fue de molestia porque, según le contarían después, Nuño se puso a reclamarle a Carlos Slim Domit, El Charal, por qué él y su padre, el ingeniero, habían apoyado tanto a López Obrador con recursos. Los reclamos se volvieron gritos y la discusión terminó hasta con palabras altisonantes. Mal se portó el niño Nuño en una cena tan importante para el Presidente y, aunque no lo dejan de tener en muy buen ánimo, dicen que la escena le costó en imagen ante Los Pinos. Y así quieren gobernar… Escalera doble. Buen tiro de los dados.
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