Todos nos mareamos con el éxito: algunos emprenden un viaje sin retorno, alimentándose del pasado más que del presente y teniendo como destino final la egolatría y el fracaso. Otros se dejan llevar por la dulce música de los halagos, las porras, las alabanzas y los piropos, pero encuentran retorno y antes de que reciban un cachetadón de realidad, vuelven al trabajo y a la fórmula del triunfo.
No es fácil volver, menos si la conquista viene con reconocimiento público y mucho dinero.
Matías Almeida, entrevistado por Telemundo Deportes, fue claro en que el manejo del éxito en algunos de sus dirigidos no ha sido el idóneo. Siempre mesurado de palabra, calcula y piensa cada letra que expondrá verbalmente, por eso su concepto debe ser tomado en cuenta y reflexionado.
Campeonítis, egolatría, etcétera, llámele como quiera, pero es un hecho que muchos de los jugadores del actual plantel no estuvieron a la altura. Y cuando esto se combina con una pretemporada descuadrada por lesiones, cesión de jugadores a la Selección, desajuste emocional y cosas que podrían ser buenas, pero que aparentan ser malas, entonces la defensa más débil de un título del futbol mexicano tiene razón de ser.
Dicen que la gira europea de José Luis Higuera molestó al técnico del Rebaño, y podría parecer natural que uno sienta molestia cuando uno de sus jefes anda presumiendo fotografías con entrenadores de otros clubes, y más aún, si no existió la debida comunicación entre el CEO del grupo y el director técnico.
Nada de malo tiene (todo lo contrario), que un directivo mexicano explore mercados de primer mundo para tratar de implementar modelos de éxito, pero todo con su debida y clara, muy clara comunicación.
La temporada ya se fue para Chivas, queda el Clásico, que sólo le permitiría guardar un pequeño recuerdo de felicidad en caso de ganarlo. A partir del miércoles, el plan para la siguiente campaña debería tener como objetivo primario limpiar asperezas en caso de que existieran, y pensar en complementos del proyecto Almeida, es decir, darle las herramientas necesarias para pelear como su equipo fue capaz de hacerlo hace algunos meses.
A Jorge Vergara le costó mucho tiempo y dinero dar con el técnico ideal, sería ilógico dejarlo ir.