Endel es un algoritmo pensado para crear música cuyo objetivo es motivar la concentración y mejorar el estado de ánimo y la productividad de los usuarios. Hasta aquí, la aplicación parece ser una más en su tipo. Hace unos días, un comunicado de prensa fue enviado a fuentes expertas en música y tecnología en donde se anunciaba que la apenas conocida startup se había convertido en el primer algoritmo en “firmar” un acuerdo importante con la empresa Warner Music, a través de su recién creada división de Arts Music.

Endel fue lanzado hace poco más de un año en Europa, convirtiéndose en muy poco tiempo en una de las empresas elegidas para el programa acelerador de inicio de Techstars Music en 2018. Además, el contrato firmado con Warner Music cubrirá la edición y distribución de 20 álbumes, además de los cinco que ya han sido editados dentro de la colección “Sleep soundscapes”, disponibles ya en plataformas de streaming tales como Apple Music y Spotify. Endel está conformada por un grupo de artistas, desarrolladores y científicos que trabajan para construir un nuevo ecosistema que permita que la aplicación creadora de música esté disponible en teléfonos inteligentes, hogares, espacios públicos y de trabajo, y automóviles a través de asistentes virtuales.

Habría que explicar que este algoritmo toma miles de frecuencias de sonidos y los ensambla según las preferencias de los usuarios, de quienes mide la ubicación, la hora del día de su conexión, además de ciertos detalles biométricos como la frecuencia cardiaca. “Queremos entender el contexto de su día y reorganizar todo el entorno que los rodea”, comenta Oleg Stravinsky, cofundador y CEO de Endel.

Es importante resaltar que Warner Music no tiene ningún control sobre Endel, y que su participación en el proyecto tiene que ver mucho más con aspectos de distribución, afirma su presidente Kevin Gore, quien además se confiesa completamente encantado con las maravillas que la tecnología y la llamada Inteligencia Emocional pueden ofrecer ahora también al campo de la creación musical, maravillas a las cuales podemos acceder, por el momento, a través de dispositivos habilitados para Alexa.

El que un algoritmo haga las veces de “artista”, autor de piezas musicales, representa algunos desafíos tanto para Warner como para el equipo de Endel, porque además entran en juego aspectos como el cobro de regalías y los derechos de autor de las piezas.

A medida que la tecnología de la Inteligencia Artificial se hace más sofisticada, su presencia ahora en la industria musical es un tema lleno de opiniones encontradas, pues para algunos es el principio del fin del trabajo de un sector de músicos y compositores que han dedicado toda su vida al estudio y a la creación de piezas musicales capaces de generar ciertos efectos en su público, elaboradas además a partir de procesos creativos muy personales. Para otros es un nuevo escenario para las propuestas de ingenieros de audio, programadores y expertos en Inteligencia Artificial, quienes encontrarán poco a poco nuevas alternativas para la generación de proyectos mucho más sofisticados.

@Lacevos

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