Editorial EL UNIVERSAL

Los amagos de Trump

01/06/2019 |00:01
Redacción El Universal
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El diccionario define al amago como el inicio de un movimiento o acción que no llega a consumarse, así como el ademán que se hace de golpear o herir sin concretarlo. Y es que con el presidente Trump ya son varias las veces en que ha dado muestra de un carácter altamente inestable y cambiante. A su ya ahora proverbial obsesión por construir un muro que separe aún más a México de Estados Unidos, se suma la última ocurrencia del mandatario estadounidense: la de aplicar aranceles progresivos para someter a México comercialmente y obligarlo a contener de nuestro lado de la frontera a miles de migrantes centroamericanos.

Hay que recordar que ya en el pasado cercano Trump hizo otra serie de amenazas contra nuestro gobierno como la de expulsar a todos los indocumentados mexicanos que estuvieran residiendo dentro de territorio norteamericano (alrededor de unos 11 millones de personas) o la de que correspondería a nuestro país el cubrir el costo del muro fronterizo.

En esta ocasión, la imposición de un esquema creciente de aranceles contra los productos mexicanos que busquen ingresar a territorio estadounidense, está condicionado a un sobreesfuerzo por parte de nuestra nación para impedir, al costo que sea (incluso el de la fuerza armada), el paso de los migrantes centroamericanos hacia Estados Unidos.

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Ya se ha visto que Donald Trump es capaz de cimbrar y desestabilizar con uno solo de sus tuits a las bolsas de valores en todo el mundo, haciendo caer los índices bursátiles ante sus a veces irracionales exabruptos y arrebatos. Y es que debe tenerse en cuenta que gran parte de estas bravatas del mandatario norteamericano van dirigidas no solo a México y su gobierno, sino de manera soslayada a su rival China —país con el cual también ha dado los primeros pasos de una incierta guerra comercial— y hacia el electorado estadounidense, en especial a aquellos que lo llevaron a ocupar la Casa Blanca, como para demostrarles de lo que está dispuesto a hacer para defender a su país y hacerlo grande de nuevo, como fue su lema de campaña.

Ya llegó el momento para México de agotar todos los cauces diplomáticos y acudir a todas las instancias legales para impedir que se concrete la injusta medida. Queda claro que hay que evitar a toda costa que Trump cumpla su amenaza porque sería catastrófico no solo para la economía del país, sino también para la norteamericana, ya que miles de productos dejarían de llegar a la Unión Americana ante la imposibilidad de los productores y exportadores de cubrir tan injustos aranceles. Por el bien de ambos países, que todo sea solo uno más de los berrinches del vecino incómodo o de su retórica electoral.