Alejandro Cervantes Llamas

Reality check: ajustes sucesivos a la baja en estimaciones de crecimiento

25/07/2019 |01:19
Redacción El Universal
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La próxima semana el Inegi dará a conocer su estimación preliminar del PIB correspondiente al segundo trimestre de 2019 y es probable que presente una contracción de aproximadamente 0.3% trimestral (cifras ajustadas por estacionalidad). Con ello, la actividad económica de nuestro país sumaría dos trimestres consecutivos a la baja.

Al respecto, muchos analistas económicos han comentado que la contracción pronosticada del PIB para el segundo trimestre del año indica que la economía mexicana se encuentra en recesión.

Cabe señalar que si bien hay analistas que definen una recesión como dos trimestres consecutivos con disminuciones del PIB real, la definición más reconocida es más compleja y abarca una serie de indicadores económicos que no sólo se reducen al PIB, ya que incluye al ingreso real, el empleo, la producción industrial y las ventas mayoristas y minoristas (véase mi columna de mayo 2, 2019: “La contracción en el primer trimestre no implica recesión”). Si bien algunos de tales indicadores todavía presentan crecimiento, la realidad es que en el primer semestre de 2019 todos ellos mostraron una significativa desaceleración.

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Lo anterior se ha visto reflejado en las fuertes revisiones a la baja que han realizado la mayoría de los economistas y consultorías sobre las expectativas de crecimiento económico para el presente y el próximo año.

En la encuesta entre analistas del sector financiero que pública Banxico, las expectativas de crecimiento para 2019 suman nueve meses consecutivos a la baja y pasaron de 2.17% en la encuesta de septiembre de 2018 a 1.13% en la de junio de 2019. De igual forma, las expectativas de crecimiento para 2020 también han registrado una trayectoria descendente al pasar de 2.36% en la encuesta de agosto de 2018, a sólo 1.66% en la de junio de 2019.

La encuesta quincenal de CitiBanamex también arroja resultados similares. Así, las expectativas de crecimiento para el presente año de los analistas encuestados pasaron de una estimación de 2.2% en julio de 2018, a sólo 0.9% en la última encuesta de julio de 2019.

Para el crecimiento del PIB en 2020, las expectativas de crecimiento se redujeron de 2% en enero a 1.5% en la encuesta de julio 22.

Adicionalmente, el Fondo Monetario Internacional recortó el martes su previsión de crecimiento para la economía de México a 0.9%, luego de que en abril la cifra había sido de 1.6%.

El FMI comentó que su revisión a la baja obedeció principalmente a: (1) La debilidad de la inversión; (2) la desaceleración del consumo privado que refleja incertidumbre sobre las políticas implementadas; (3) un debilitamiento de la confianza; y (4) el incremento en los costos del endeudamiento, mismos que podrían aumentar aún más tras la reciente baja de la calificación soberana. Para 2020, el FMI mantuvo su pronóstico de crecimiento en 1.9%.

Durante el presente año la economía mexicana se ha caracterizado por: (1) una significativa desaceleración del mercado laboral formal mexicano; (2) una contracción de la inversión privada derivada posiblemente de cierta incertidumbre que han generado algunas políticas públicas implementadas y por el poco entusiasmo que despertó el plan de negocios de Pemex; (3) una contracción del gasto público y un retraso en efectuarlo; (4) una disminución de la producción minera ocasionada por la caída de la plataforma de producción petrolera; y (5) una desaceleración de la producción manufacturera en parte como resultado del menor dinamismo de la demanda externa.

Tal evolución es probable que se refleje en una ligera recesión de la economía mexicana, misma que podría atenuarse por el repunte que se espera registre el gasto público en los últimos meses del presente año.

Ahora bien, es importante reconocer que el periodo actual de debilitamiento de la actividad económica no es para nada comparable con episodios recesivos del pasado. Así por ejemplo, en 2008-2009, el PIB con datos desestacionalizados acumuló en tres trimestres seguidos una contracción de 8%, y en 1995 de 10.4% en dos trimestres.

Director de Analítica en Grupo Financiero Banorte. Las opiniones que se expresan son responsabilidad exclusiva del autor.Twitter: @alexcervantes