Los siempre han sido uno de los pretextos preferidos de Hollywood. Hace más de dos décadas se estrenaba Armageddon, una de las películas de ficción más taquilleras de la industria cinematográfica. La historia giraba en torno a un grupo de perforadores de plataformas petroleras enviados al espacio por la para taladrar la superficie de un asteroide que amenazaba a la Tierra. El objetivo era destruirlo con una bomba nuclear y el carisma de Bruce Willis, cuyo personaje moría por salvar la Tierra. Sin menospreciar el poderío del súper héroe de antaño, en la realidad la energía cinética podría funcionar mejor que la energía nuclear para mitigar la amenaza, o cuando menos esa es la premisa de la , una prueba de tecnologías espaciales que busca colisionar un asteroide para intentar cambiar su período orbital.

140 metros. Ningún asteroide en torno de ese tamaño podría golpear la Tierra en el próximo siglo

La Prueba de Redireccionamiento de Doble Asteroide (DART por sus siglas en inglés) tiene como objetivo a Dimorphos (del griego “dos formas”), la “luna” de un sistema de asteroides binario, cuyo cuerpo principal es Didymos (gemelos). Este asteroide binario fue elegido por los científicos de la NASA como el campo de pruebas ideal para probar la capacidad de los humanos para desviar una posible amenaza de impacto en la Tierra.

Viaje tecnológico

La nave está equipada con diversas tecnologías a prueba, como el sistema de propulsión de iones NEXT-C de la NASA, diseñado para mejorar el rendimiento y la eficiencia del combustible para misiones en el espacio profundo. La energía será suministrada por dos paneles solares desplegables de 8.5 metros cada uno. La nave también desplegará una antena plana de alta ganancia para lograr una comunicación más eficiente entre Tierra y nave espacial. En su interior fue instalada la cámara DRACO, mientras el satélite miniatura Licia Cube, diseñado por la Agencia Espacial Italiana, capturará imágenes del impacto cinético de DART y sus secuelas inmediatas. El instrumento saldrá de la aeronave diez días antes del impacto y se mantendrá a 55 kilómetros de Dimorphos.

330mdd costo que ha implicado la puesta de la misión DART

La misión viajará a una velocidad de 24 mil kilómetros por hora y se encontrará con el asteroide en el otoño del 2022, a 11 millones de kilómetros de la Tierra. Gracias a las tecnologías incorporadas y los telescopios terrestres, se podrán captar todos los detalles del choque y sus efectos. Cuatro horas antes del impacto, el sistema de la aeronave se conducirá de manera autónoma y los científicos solo tendrán que presenciar los resultados. El cambio orbital se evidenciará con un cambio de brillo y se espera que el golpe de la nave genere un cráter de 10 metros.

Dimorphos mide aproximadamente la quinta parte que el cuerpo principal del asteroide binario, por lo que su masa y velocidad representa el objetivo ideal para una demostración que también asegura no crear una amenaza, donde no la hay. Por otra parte, las dimensiones de esta “luna” son más aproximadas al tamaño de los asteroides que pudieran convertirse en una amenaza real. La NASA ha identificado más de 27 mil asteroides con trayectorias que los acercan a la Tierra. Andrew S. Rivkin, científico planetario del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, el responsable de la construcción de la nave, reconoce que las probabilidades de que un asteroide caiga en la Tierra son pocas, pero “es bueno tener una póliza de seguros”.

Defensa planetaria

Lindley Johnson, oficial del Programa de Defensa Planetaria de la Nasa, ha dicho que DART, misión de 330 millones de dólares, será la primera demostración de la técnica de “impactador cinético” en la que una nave espacial choca a alta velocidad deliberadamente con la intensión de cambiar la trayectoria de un objeto celeste. “Se cree que esta técnica es el enfoque tecnológicamente más maduro para mitigar a un asteroide potencialmente peligroso y que ayudará a los expertos en defensa planetaria a refinar los modelos informáticos del impactador cinético de asteroides, dando una idea de cómo podríamos desviar objetos cercanos a la Tierra potencialmente peligrosos en el futuro”.

Los científicos de la NASA consideran que el impacto de un asteroide es el único desastre natural que podría evitarse, solo se requiere identificar con suficiente tiempo los asteroides que presentan riesgos potenciales a nuestro planeta. El Centro para el Estudio de Objetos Cercanos a la Tierra posee un sistema de monitoreo altamente automatizado. El Sentry escanea continuamente el catálogo de asteroides, actualizando las posibilidades de impacto futuro con la Tierra durante los próximos 100 años.

Su detonación en el aire, a una altitud de alrededor 90 kilómetros, produjo una onda expansiva lo suficientemente poderosa como para tirar a la gente a su paso. Mil 200 personas fueron ingresadas en hospitales por quemaduras y daños en los ojos. Los científicos detectaron los efectos del asteroide en 50 aldeas en la periferia de Chelyabinsk. A partir de este capítulo en la historia reciente de los asteroides, se tomó mayor conciencia sobre los efectos de este tipo de eventos.

Riesgos como los anteriormente referidos fueron los que impulsaron en 2016 la creación de la Coordinación de Defensa Planetaria (PDCO) para la detección temprana de objetos potencialmente peligrosos (PHOs). Los especialistas de la PDCO consideran que es importante encontrar asteroides antes de que nos encuentren. Si se descubre una amenaza de impacto de asteroide con años o décadas de anticipación, entonces podría ser posible una misión de desvío. La Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA apoya proyectos para descubrir y rastrear asteroides y calcular sus órbitas en el futuro.

La misión DART no termina con el choque. Está previsto que la misión Hera, un programa de las actividades de seguridad y protección espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA), se lance en 2024 y se reúna con el sistema Didymos en 2026. Durante la misión de Hera, la nave espacial principal y los dos satélites cubo que la acompañarían, realizarán estudios detallados de ambos asteroides, con especial atención al cráter dejado por la colisión de DART. También realizarán una evaluación precisa de la masa de Dimorphos.

Las detalladas investigaciones posteriores al impacto de Hera mejorarán sustancialmente el conocimiento de defensa planetaria obtenido de la prueba de DART. Los miembros de ambos equipos son parte de la colaboración internacional conocida como AIDA, la colaboración internacional entre los investigadores de la defensa planetaria y la ciencia de los asteroides que combinará los datos obtenidos.

La NASA calcula que mínimo una vez al año un asteroide del tamaño de un automóvil golpea la atmósfera de la Tierra, pero se quema hasta antes de llegar a la superficie. Si bien ningún asteroide conocido de más de 140 metros de tamaño tiene una probabilidad significativa de golpear el planeta durante el próximo siglo, solo alrededor del 40% de esos asteroides se han detectado. En este panorama, “la póliza de seguros” que significa DART, es indispensable.

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