Investigadores descubrieron que las nanopartículas de hidróxido de calcio son más eficaces que el material de construcción convencional, utilizado para la conservación de edificios históricos. Estas partículas pueden ser diferenciadas de las fórmulas originales empleadas en la construcción, gracias a su capacidad fluorescente.

La pérdida de adhesión de materiales edificantes es una de las principales cuestiones que dificulta la conservación del patrimonio arquitectónico. Por ello, los restauradores emplean “sustancias consolidantes”, como el hidróxido de calcio o mejor conocido como la cal, que produce una mayor resistencia por ser compatible con los derivados de piedra, llamados sustratos pétreos, utilizados en las construcciones históricas.

Los investigadores han desarrollado y patentado las nanopartículas de hidróxido de calcio dopadas con puntos cuánticos, bautizadas con el nombre de “Nanorepair UV”, consideradas como el nuevo “consolidante”, el cual permite distinguir el material restaurado del original, a partir de sus dotes fluorescentes, una de las encomiendas principales para restauración del patrimonio histórico.

Javier Becerra Corral, uno de los autores del estudio publicado en “Construction and Building Materials” explicó que, “los diminutos puntos cuánticos, inferiores a 10 nanómetros, están fabricados de óxido de zinc y son semiconductores, lo que les otorga propiedades distintas a las de partículas más grandes, como la fluorescencia, que es la que nosotros aprovechamos”.

“Gracias a la fluorescencia de estos puntos cuánticos podemos evaluar la idoneidad del tratamiento para un determinado monumento (…) Sólo necesitamos iluminar con luz ultravioleta una sección del material con el que se esté trabajando para determinar hasta donde ha penetrado el consolidante”, añadió el integrante del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

La consolidación es un procedimiento en el que aumenta el grado de cohesión de un material, al reforzar y endurecer las partes que han sufrido algún deterioro, lo que sucede frecuentemente en edificios con siglos de antigüedad.

Becerra Corral detalló que, este material ya ha sido aplicado en algunas de las canteras históricas españolas con resultados exitosos: “Obtenemos así una aproximación de cómo se comportará el tratamiento cuando sea aplicado de manera real en los monumentos”. Actualmente, el equipo de investigadores realiza pruebas en construcciones procedentes de los yacimientos arqueológicos de Itálica y Medina Azahara.

fjb

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