Para los millones de clientes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que tienen un medidor manipulado, viejo, descompuesto o si habitan en una de tantas colonias irregulares que consumen energía eléctrica y no tienen contrato de suministro, es importante tomar precauciones.

El próximo año la compañía pretende cambiar o instalar al menos 2 millones 493 mil medidores (watthorímetros) para que se pague efectivamente por el consumo realizado, muestra su Programa de Ampliación y Modernización de las Redes Generales de Distribución 2019-2033.

Cambiar estos equipos va a costar aproximadamente 5 mil 632.5 millones de pesos, de acuerdo con el presupuesto programático de CFE para 2021.

Es decir, cada dispositivo sustituido o instalado tendrá un valor promedio de 2 mil 259.32 pesos el próximo año.

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El cambio y la instalación para nuevos clientes se va a centrar en entidades que registran un notable rezago, con equipos de medición viejos o manipulados.

De acuerdo con el programa de la empresa, el Valle de México ―que se divide en Centro, Norte y Sur― encabeza la lista, con 444 mil medidores por sustituir.

La segunda región o división de distribución de CFE será el Bajío, en donde 283 mil equipos de medición serán remplazados; le siguen el Centro Oriente, con 201 mil; Sureste, con 237 mil; Jalisco, 190 mil; Golfo Norte, 179 mil, y Oriente, con 150 mil.

Se estima que con el reemplazo de los dispositivos se puedan evitar robos de energía eléctrica equivalentes a 113 gigawatts-hora, con un valor de 207.4 millones de pesos.

La solución parte del problema derivado de las pérdidas de energía eléctrica, entre ellas las que provocan los medidores, diablitos, colgado de postes o colonias irregulares, que en conjunto se traducen en una fuga de 40 mil millones de pesos anuales.

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Compras programadas

Cada año la Comisión Federal de Electricidad programa la compra de medidores porque considera que su adquisición “permite medir con mayor exactitud la energía que consumen viviendas, plantas industriales, centros comerciales y el sector de servicios”.

A lo largo de esta administración se ha programado adquirir 12 millones 487 mil de estos equipos, con un costo total de 20 mil 387 millones de pesos.

CFE licitó en 2019 la adquisición de 3 millones 580 mil 766 watthorímetros, y entre 2020 y 2024 el programa prevé hacerse de 10 millones 134 mil equipos más.

De acuerdo con la filial CFE Distribución, al cierre de 2018 se contaba con 43.6 millones de usuarios a escala nacional, que es el último dato oficial disponible.

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Para la toma de lecturas se dispone de seis tipos de medidores. En el país, 42.57% de los usuarios (aproximadamente 18.56 millones de clientes) disponen de equipos electromecánicos, mismos que no cumplen con la norma vigente y ya no se fabrican en México.

Ante la necesidad de disminuir las pérdidas de energía, ahora únicamente se instalan cuatro tipos de medidores: electrónico, escalado, básico y AMI.

Del total de usuarios, aproximadamente 50.8% tienen medidores de autogestión, 1.33% son multifunción de media y alta tensión, 4.54% son de Infraestructura Avanzada de Medición (AMI, por sus siglas en inglés), y 0.41% son “escalados”. En tanto, 0.16% no cuenta con medición, debido a que son servicios temporales en baja tensión, así como cargas fijas de alumbrado público y cámaras de videovigilancia.

Para que CFE Distribución pueda realizar correctamente la cuantificación de la energía consumida es necesario que los servicios cuenten con sistemas de medición adecuados a la norma vigente.

Plan de modernización

Las estadísticas de la empresa eléctrica estatal revelan que actualmente cuatro de cada 10 medidores instalados en el país se clasifican como viejos.

Por área de distribución, la Centro Occidente presenta el porcentaje más bajo de medidores modernos, con 42.02%, y le siguen la zona Golfo Centro, con 44.88%, y Bajío, con 46.49%.

En donde el proceso de modernización es más avanzado es en Valle de México Centro, con 92.24%, seguida de Valle de México Norte, con 79.49%; Peninsular, 72.11%, y Valle de México Sur, 69.36%.

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A esta problemática se agrega la regularización de colonias populares, que consiste no solamente en incrementar la cobertura del servicio de energía eléctrica en todo el país, con el objetivo de suministrar electricidad a nuevos clientes, también se busca incorporar a usuarios que utilizan luz, pero no cuentan con un contrato de suministro, y tienen regularizada la posesión y el uso de suelo.

De acuerdo con la empresa productiva del Estado, esa es otra de las estrategias para reducir las pérdidas de energía, proyecto que requiere la ampliación de la red de distribución en las colonias que carecen de infraestructura eléctrica y el respectivo medidor por usuario, pero que sí cuentan con el servicio de energía de forma irregular.

Entre 2019 y 2023, un año antes de concluir la presente administración, se estima que habrán de regularizarse 44 mil 944 usuarios, que representan para la empresa ingresos por facturación de 80.90 gigawatts-hora.

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Para lograr este objetivo será necesario instalar 10 millones 573 mil postes, 2 mil 400 transformadores y 237.55 kilómetros de líneas de media tensión.

La modernización o reemplazo de los medidores obsoletos, de acuerdo con el planteamiento de la dirección general de CFE, busca disminuir el volumen de energía eléctrica perdida por causas no técnicas, incrementar las ventas por un mejoramiento en la calidad de la facturación, así como optimizar la detección de anomalías relacionadas con mediciones que no permiten el registro total del consumo de la de los usuarios.