"El trabajo digno o decente representa una demanda global reconocida por diversos organismos y para México significa un desafío en tres aspectos: reducir la pobreza laboral , la precarización de los salarios y brindar oportunidades e igualdad para el retiro”, sostuvo Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios para el Empleo Formal (CEEF).

En medio de la celebración del Día Mundial del Trabajo Decente, nuestro país lo recibe con un panorama de precariedad laboral , salarios bajos y desigualdad. El empleo decente o empleo digno es el que se realiza con respeto a los principios y derechos laborales fundamentales, permite un ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado, sin discriminación de cualquier tipo; se lleva a cabo con protección social e incluye el diálogo social .

En 2019, más de 630 millones de trabajadores en todo el mundo –19% de todos los empleados– no ganaron lo suficiente para salir de la pobreza extrema o moderada, en términos de paridad de poder adquisitivo. México por su parte, recibe este día con una desaceleración económica que impacta en la pérdida de empleos y 54.9% de la población en pobreza laboral.

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Leñero indicó que en condiciones de apremio económico, como sucede en la pandemia por Covid-19 , las personas con menos recursos económicos tienden a recurrir a esquemas como empleo informal, trabajo infantil e, incluso, a la reincorporación laboral de familiares de la tercera edad para sostener los ingresos.

Para el país, uno de los primeros retos es combatir la pobreza laboral, situación en la que el ingreso laboral de un hogar no es suficiente para adquirir la canasta básica. Durante abril, se colocó en 53.1% de la población, 54.9% en mayo y 48.1% para junio; una ligera disminución que no deja de ser desafiante para que una familia pueda tener acceso a una calidad de vida digna.

Un segundo reto a considerar es la precarización de los salarios . De acuerdo con datos actualizados de la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo (ETOE) del Inegi, a junio de este año, el 23.8% de la población ocupada ganaba solo un salario mínimo, y el 36.9% entre uno y dos, ingreso insuficiente para cubrir los gastos mensuales de una familia.

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En el CEEF , advirtió el directivo, coincidimos en que un tercer reto corresponde a la actual reforma al Sistema de Pensiones, que, aunque mejora las condiciones de los trabajadores que dependen de una Afore, incrementa la contribución obrero patronal a 15%, lo que encarece un puesto de trabajo formal.

Asimismo, implica que si los trabajadores no aumentan el ahorro en sus cuentas de retiro, se jubilarán únicamente con el 30% de sus ingresos, lo que condena a una precariedad en la calidad de vida. “En una economía donde los bajos ingresos salariales hacen imposible ahorrar y aportar una parte al retiro, esto parece difícil ante una iniciativa que incentiva el ahorro de los trabajadores, concluyó el director del CEEF.

cev/nv

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