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Contrario a lo que se pensaba, la única mujer integrante de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), Irene Espinosa Cantellano, fue quien votó por encarecer más el costo del dinero, pues consideró necesario subir la tasa 50 puntos base y llevarla a 8.25%.
En tanto, sus compañeros varones, la mayoría, votaron por que fuera un cuarto de punto la dosis del apretón monetario para enfrentar la resistencia a la baja de la inflación general, afectada sobre todo por el aumento en los precios de las gasolinas, y de esta forma la tasa quedó en 8%.
La minuta número 63 relata así lo que sucedió en la reunión de política monetaria del 14 de noviembre de 2018, la última a la que asistieron los subgobernadores Roberto del Cueto, quien se retira por motivos de salud, y Manuel Ramos Francia, cuyo periodo concluye el próximo 30 de diciembre.
También fue la última en la que estuvieron los dos invitados que por ley pueden asistir, con voz pero sin voto, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio González Anaya, y el subsecretario, Miguel Messmacher.
Ambos se reencontrarán en la primera reunión de política monetaria del próximo año con su viejo compañero del equipo de transición, encargado de armar la parte del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) del paquete económico 2019, Gerardo Esquivel, cuando ocupe sus oficinas como subgobernador una vez que sea nombrado por el Ejecutivo y ratificado por el Senado, proceso por el que debe pasar el otro nominado, Jonathan Heath.
La disidente. Cuando todos creían que Ramos Francia había sido quien se pronunció por un apretón de 50 puntos base en el costo del dinero, la Minuta da cuenta que fue Irene Espinosa.
“Irene Espinosa Cantellano votó a favor de aumentar el objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 50 puntos base, para ubicarla en 8.25%”, refiere la minuta.
La subgobernadora esgrimió que los ajustes que han experimentado los mercados financieros locales han sido superiores a las ocurridas en otras economías emergentes.
Para la ex tesorera de la Federación de la SHCP, lo anterior responde a factores idiosincráticos, como anuncios que la administración entrante en materia de políticas públicas, así como diversas iniciativas que han generado un clima de incertidumbre sobre el rumbo de la economía nacional y la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Incluso, alertó que se pone en riesgo el buen funcionamiento del sistema nominal de la economía, es decir los precios, salarios, tipo de cambio y agregados monetarios.
“Ello podría resultar en que se desanclaran las expectativas de inflación, así como un menor crecimiento potencial”, ponderó.
