Los negocios que se dedican a los servicios recreativos lideraron el crecimiento de la economía mexicana.
Mientras el Producto Interno Bruto (PIB) nacional se expandió 0.9% entre abril y junio pasado, los servicios de esparcimiento culturales y deportivos se incrementaron 16.1%.
Se trata del tercer trimestre consecutivo en que los servicios recreativos se expanden a tasas de doble dígito, de acuerdo con información del Inegi.
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De todas las ramas de la economía, estas actividades fueron las que más crecieron entre abril y junio.
Le siguieron los servicios profesionales, científicos y técnicos, con aumento de 6%; y actividades relacionadas con la información en medios masivos, 4.5%.
La reapertura de la economía, así como el relajamiento de medidas de distanciamiento, derivadas de la pandemia, contribuyó al mayor dinamismo de estas actividades, opinaron analistas.
También destaca el avance del comercio minorista, así como los servicios de transportes, correos y almacenamiento que reportaron un incremento de 4.0%, respectivamente.
Todas las actividades relacionadas con los servicios contribuyen con dos terceras partes de la economía nacional y están asociadas al consumo de los hogares en el país.
En tanto, la industria aporta la otra tercera parte del PIB y está más ligada al comercio exterior. Entre las ramas que lograron un mayor crecimiento en la industria se encuentra la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas, con un aumento de 1.5%. Le siguió la construcción, 1.3%, y las manufacturas, cuyo avance fue de 1.1%.
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A lo largo del periodo, las manufacturas mostraron resiliencia en un entorno difícil para el comercio. Además, la construcción se ha recuperado con cierta fortaleza, impulsada tanto por proyectos públicos como por la inversión privada en obras industriales, explicaron analistas de Banorte.
Por el contrario, las actividades que sufrieron un retroceso entre abril y junio fueron la minería, con una disminución de 1.1%; las actividades legislativas y gubernamentales, -0.8%; los servicios de apoyo a los negocios, -0.5%, debido a la prohibición de la subcontratación.
El conjunto del PIB logró ligar tres trimestres de crecimiento, pero la perspectiva hacia adelante no es favorable si se toma en cuenta que en mayo y en julio hubo retrocesos.
Independientemente de que el panorama completo del primer semestre del año sea alentador, los datos confirman el cambio de tendencia que la economía ha tenido en los últimos meses, comentó Daniel Arias, analista económico de Monex.
Al momento, el tamaño de la economía mexicana es similar al que tenía en 2017 y el rezago para recuperar los niveles previos a la crisis asciende a más de 2%, lo que refleja que el bajo crecimiento sigue siendo uno de los principales retos, agregó el especialista de Monex.
Para Alejandro Saldaña, analista económico del grupo financiero Ve por Más, la dilución de las distorsiones asociadas al virus de Covid-19 sería menos visible en adelante.
Sin embargo, consideró que las presiones inflacionarias, el incremento en las tasas de interés y una mayor incertidumbre económica tendrían un efecto desfavorable sobre el gasto a partir de la segunda mitad de este año.
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