El empleo se recupera, pero principalmente en la economía informal, que se caracteriza por bajos salarios, no tener acceso a instituciones de salud y carecer de prestaciones laborales como vacaciones y aguinaldo, elevando así el nivel de precarización del mercado laboral del país.

De abril a octubre, la población ocupada aumentó en 9.7 millones de personas, de los cuales casi 9 millones (93%) lo hicieron en la economía informal, indican datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo nueva edición del Inegi.

Independientemente de la gestión de la pandemia en México o la recomendación de las autoridades, cada vez más gente sale a buscar trabajo.

De los 12 millones de personas que salieron de la población económicamente activa en abril, casi 10.2 millones regresaron al mercado laboral para octubre.

La población que si cuenta con un empleo pasó de 43.3 millones en abril a 53 millones de personas en octubre, de este total la ocupación informal llegó a 29.7 millones, con lo que la tasa de informalidad laboral se situó en 56%, cifra superior en 8.3 puntos porcentuales a la existente en el cuarto mes del año.

Sólo durante octubre, la recuperación de la población ocupada llegó a 1.9 millones de personas, de los cuales 1.6 millones se ubicó en el sector servicios.

En su interior destaca la ocupación en el comercio, con 574 mil personas; servicios diversos, 459 mil personas; servicios profesionales, financieros y corporativos, 285 mil, y restaurantes y servicios de alojamiento, 236 mil más que en el mes previo.

Sobre los salarios, estos nuevamente se concentraron en la parte baja de la distribución, con el rango entre menos de uno y hasta dos salarios mínimos, sumando 1.4 millones.

Se recupera el empleo, pero 93% es informal
Se recupera el empleo, pero 93% es informal

Población subocupada

Por su parte, el segmento de personas con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su actividad actual les demanda, pasaron de 8 millones en septiembre a 7.9 millones en octubre, 15% de la población ocupada.

“La tasa de subocupación se mantuvo relativamente elevada, resintiendo algunas peculiaridades de la pandemia. Algunas de estas incluyen las medidas de distanciamiento social, las cuales impiden la reanudación total de ciertas actividades.

“Considerando esto, es probable que esta se mantenga un tanto alta hasta que no veamos una normalización más clara en la actividad”, comentó Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte.

La Población No Económicamente Activa (PNEA) disponible para trabajar, es decir, personas que no trabajaron ni buscaron, pero que aceptaría uno si se lo ofrecieran, fue de 8.9 millones, en totol 21.6% del segmento.

En comparación con septiembre de 2020, la situación este grupo disponible para trabajar disminuyó en 1.6 millones de personas durante octubre.

“Dada la fragilidad de la recuperación registrada en la economía doméstica, los riesgos para el empleo (principalmente en manufacturas y servicios turísticos) se han acentuado ante la posibilidad de observar un freno en la actividad global.

“Sobre todo, si el nuevo presidente de Estados Unidos implementa medidas más severas para contener el Covid-19 entre la población de su país”, comentó Ricardo Aguilar, analista económico de Invex.

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