En materia de austeridad, tiene problemas para ubicar más áreas en donde hacer ajustes presupuestarios para crear ahorros y en algunos casos llegó al máximo de recortes.

En una evaluación a las acciones de austeridad y de control de gasto de los últimos cuatro años de la administración pasada, así como de los dos primeros Programas Anuales de Austeridad en el Gasto y Uso de Recursos para los Ejercicios Fiscales que el gobierno de la 4T inició en 2019, muestran que la petrolera tiene cada vez menos margen de maniobra para ejecutar el control del gasto como los recortes presupuestarios.

Información de la Dirección Corporativa de Finanzas muestra que el gasto en partidas sujetas a austeridad en ocho rubros de donde se ha pretendido obtener ahorros va a la baja:

En materiales de sanitización y limpieza, en 2015 Pemex erogó 72 millones de pesos. Para 2020, reportó un gasto por este concepto de 17 millones de pesos.

En telefonía móvil, mediante medidas de austeridad la prestación de este servicio, sobre todo a empleados de confianza, le costó 13 millones de pesos; el año pasado fue cero, indica el informe.

En asesorías técnicas bajó de 3 mil 435 millones de pesos a 720 millones; en estudios e investigaciones, de 275 millones a 16 millones; en subcontratación de servicios de terceros (incluyendo médicos subrogados) cayó de mil 205 millones a mil 53 millones.

En este caso, la reducción del gasto no fue tan significativo, tomando en cuenta el efecto de la pandemia en los hospitales y clínicas de Pemex, que obligó a contratar personal médico y a pagar servicios médicos subrogados.

En comunicación social, el gasto se redujo de 119 millones de pesos a 17 millones; en pasajes aéreos y viáticos pasó de 3 mil 154 millones a 318 millones, y en congresos, convenciones y exposiciones, se redujo de 26 millones a cero en esos seis años.

En 2015, estos rubros le representaron a la empresa un gasto total por 8 mil 300 millones de pesos y en 2020, se redujo a 2 mil 141 millones de pesos.

Si bien en esos cinco años Pemex logró reducir el gasto en esas partidas en 6 mil 159 millones de pesos, el problema para la empresa es el margen que tiene para reducir el gasto en partidas como tareas de limpieza de sus oficinas, plantas, edificios, plataformas, complejos o disminuir más la telefonía móvil, indispensable para la comunicación de las diversas áreas o entre el personal clave o en asesorías e investigaciones, en subcontratación de servicios subrogados —sobre todo porque la pandemia no cede y eso impacta la operación de sus clínicas y hospitales— o en la movilidad de su trabajadores limitando la compra de boletos de avión.

La petrolera ha señalado que su programa de austeridad prevé “medidas obligatorias que no ponen en riesgo la seguridad de las instalaciones, de trabajadores, la productividad ni la operación”.

En 2019, cuando arrancaron los Programas Anuales de Austeridad en el Gasto y Uso de Recursos para los Ejercicios Fiscales, Pemex había establecido asignaciones presupuestarias máximas que considerarían traslado, alojamiento y alimentos en caso de comisiones y movilización del personal en cada una de las áreas y negocios de la empresa.

Desde ese año se reducirían los viajes a eventos no sustantivos, se limitaría al mínimo indispensable los acompañantes.

En energía eléctrica se eliminaron equipos con poco uso y se redujo 50% las luminarias en áreas no concurridas; también se pretendieron ahorros de agua con esquemas de sanitarios secos y captación de agua pluvial.

En consultorías y asesorías se ordenó erogar sólo los montos que permitieran cumplir los contratos firmados antes del 1 de diciembre de 2018 y diferir aquellos que no se habían formalizado, buscando que el personal propio, realizara estas tareas.

En las áreas de servicio médico se buscó controlar el arrendamiento de ambulancias.

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Ese año se prohibió la compra de boletos de avión en primera clase y clase de negocios para cualquier trabajar de Pemex.

Al mismo tiempo se centralizaron los servicios masivos de fotocopiado, impresión y escaneo y se suspendieron las becas de los trabajadores de confianza a tiempo completo, excepto aquellos otorgados a sindicalizados.

En telefonía móvil se usarían los planes abierto y controlado dependiendo nivel de responsabilidad del funcionario; se incremento el tiempo de cambio y reposición de equipos a dos años.

Pemex ya consideraba o bien cancelar el comedor ejecutivo o cobrar por su uso.

Maniobra acotada

Sin embargo, los resultados con todas estas medidas le están dejando poco margen de maniobra a Pemex para economizar, tomando en cuenta que en ese año y derivado del programa de austeridad logró un ahorro de 53.1 millones de pesos por papelería, impresión y fotocopiado, mensajería y paquetería; en viáticos el ahorro fue de 343.6 millones; en asesoría y consultoría mil 711.6 millones; en comunicación social 240.6 millones, y en alimentación 800 mil pesos, de acuerdo con su Informe Anual 2019.

EL UNIVERSAL publicó el jueves 8 de abril que Pemex seguirá recortando privilegios a empleados de confianza este año, quitándoles becas, caja de ahorro, limitando el uso de energía eléctrica y renta de autos y les cobrará el uso del comedor ejecutivo, para lograr un ahorro de 93 mil 633 millones de pesos en el año.

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