En las envolturas de dulces desaparecieron las imágenes de calaveras, brujas, esqueletos, fantasmas, así como personajes, animaciones, caricaturas o dibujos que pueden llamar la atención de los niños, atendiendo a la 051 SCFI/SSA1-2010 especificaciones generales de etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas (NOM-051).

En su lugar, las empresas fabricantes optaron por dar a sus productos la forma de esos personajes y utilizar transparentes, o poner la foto del mismo dulce o golosina.

Para cumplir con la norma, pero sin perder lo atractivo para los niños, los productores hicieron dulces con formas de animales, fantasmas, calabazas o esqueletos, entre muchos que pueden verse a través del empaque.

“Fue buenísimo que se hayan regulado los empaques y que no se permitan figuras, animaciones o caricaturas que llamen la atención de los niños y los induzcan a comprar”, agregó.

Sobre las nuevas estrategias para el etiquetado de productos, en especial de dulces, dijo que “la norma no es tan específica respecto al tamaño de la publicidad. Simplemente es que no tenga materiales, personajes, figuras, caricaturas, animaciones, mascotas y deportistas dirigidos a niños, pero en general sí cumplen con los requisitos de la norma”.

Hace aproximadamente un año entró en vigor la NOM-051, de manera que los productores de dulces se vieron impedidos a utilizar cualquier ilustración que pudiera llamar la atención de los menores de edad.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en tiendas de autoservicio y departamentales se encontró que las paletas, dulces, bombones y gomitas, entre otras golosinas, cambiaron su empaque por uno transparente o que permite ver el dulce, bombón o chocolate que contiene.

En medio de las celebraciones del Día de Muertos y de Halloween, se pudo constatar que las empresas pusieron en sus empaques las fotos de los productos, destacando sus características.

A partir de la entrada en vigor de la NOM-051, la industria de alimentos y bebidas también intensificó sus planes de reformulación y lanzamiento de productos que no contienen azúcares ni grasas añadidas, y las empresas evitaron que sus empaques incluyeran alertas al consumidor.

Con los cambios en los ingredientes, los fabricantes no sólo evitaron los sellos que marca la norma para alimentos con exceso de azúcares, grasas o sodio, sino que a la par atendieron a los consumidores que buscan alimentos más naturales.

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