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noe.cruz@eluniversal.com.mx
En septiembre de 2016, el gobierno federal recibió una evaluación económica y financiera del actual aeropuerto capitalino, que fue una actualización del Programa Maestro de Desarrollo 2017-2021, en el cual se señala que el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) puede seguir operando hasta alcanzar su máximo en 2022 y aún en menor escala en años subsecuentes.
El estudio, encargado a la empresa Inver-Planning Consultores, corroboró “el alto potencial económico de la terminal aérea Benito Juárez, que se manifiesta en su capacidad de generación de ingresos, porque aun estando comprometido desde finales de 2005 su principal ingreso (TUA) —que está siendo utilizado para financiar lo que fue el nuevo aeropuerto de Texcoco— ha mostrado un comportamiento estable en su situación financiera, con la solvencia y liquidez requeridos para hacer frente a todas sus obligaciones”.
Tan es así, que la terminal, de acuerdo con el estudio en poder de EL UNIVERSAL, podría entregar —en un escenario base— recursos por 265 mil 456 millones de pesos de operar los próximos 14 años.
Para cubrir nómina, materiales, servicios generales y otros gastos dispondría de 70 mil 848 millones de pesos para ese periodo, un promedio de 5 mil 60 millones anuales.
Estimó que para los siguientes años se mantendrán estos niveles de liquidez y solvencia, porque “prevalece la posibilidad de requerir devoluciones de la TUA transferida, por lo que no prevalecen obstáculos para cumplir el Programa de Inversiones considerado en el Programa Maestro de Desarrollo 2017-2021”.
La administración del AICM, añade, “cuenta con la capacidad de tomar decisiones sobre sus flujos de efectivo, que le permiten mantener en cada ejercicio una suficiencia de recursos adecuada, ya sea estableciendo requerimientos de devolución de la TUA transferida a Nafin, o bien, determinando los montos que pueden ser transferidos de manera extraordinaria a la Tesorería de la Federación, sobre excedentes.
Saturación sin riesgo. Es evidente el elevado potencial económico que tiene el AICM, agrega el estudio, “teniendo como único obstáculo el hecho de que en la actualidad se están alcanzando los límites de la capacidad máxima del aeropuerto, estimándose que la capacidad máxima de operaciones se alcance a partir de 2022, al registrarse el límite de 485 mil operaciones anuales”.
“Esta situación no pone en riesgo la estabilidad y solvencia financiera del AICM, aun cuando continuara operando el aeropuerto en las instalaciones actuales, porque con los ingresos esperados en condiciones de saturación se tendría la suficiente solvencia para conservar la infraestructura aeroportuaria existente y hacer frente a todos los compromisos de costos para mantener en operación el aeropuerto”.
Y agrega: “Aun ante este hecho, se espera que el flujo de pasajeros continúe con pequeños crecimientos en los años siguientes a 2022, debido a la optimización de las tasas de ocupación de pasajeros, esperándose que paulatinamente se transporten más viajeros por vuelo”.
Las proyecciones de demanda atendida refieren que en 2022, cuando alcance su límite de operaciones anuales, estaría atendiendo a 31 millones de pasajeros nacionales y 15.4 millones internacionales.
El documento indica que a la fecha de conclusión del estudio, 29 de septiembre de 2016, los derechos de cobro de la TUA se han cedido a Nafin, vía un fideicomiso de garantía, a fin de amortizar el crédito por mil millones de dólares contratado.