Conocida como el impuesto de los pobres por dañar más a quienes menos tienen, la dio un leve respiro y llegó a 7.4% en la primera mitad de diciembre, tras tocar un pico de 7.7% en la quincena anterior, de acuerdo con el Inegi.

Sin embargo, la inflación alimentaria no dio tregua y escaló a su mayor nivel en 22 años.

La canasta de más de 100 tipos de alimentos del Inegi se encareció 11.4% en la primera mitad de diciembre frente al mismo periodo de 2020.

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Es la segunda quincena consecutiva en que sube a tasa de doble dígito y también se trata de la mayor alza desde finales de septiembre de 1999, cuando se incrementó 12%.

En gran parte de este siglo, los alimentos han subido a mayor ritmo que la inflación general, lo que impacta a los más pobres, dijo Juan Carlos Anaya, director de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

Inflación en alimentos no da tregua a mexicanos
Inflación en alimentos no da tregua a mexicanos

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló que el cierre de conexiones de la red de distribución ha provocado que el tiempo de transporte local aumente 20% o más, incrementado los precios de alimentos en varias regiones.

El Inegi reveló que los alimentos que más han subido son hortalizas frescas, principalmente tomate verde, cuyo precio se duplicó en el año, al encarecerse 101.2%. El chile serrano es 81.2% más caro que en 2020; el jitomate, 65.8%, y el chile poblano, 61.2%.

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Considerado el principal alimento de los mexicanos, pues 98.6% de la población la incluye en su dieta, la tortilla de maíz sigue subiendo y fijo un récord de casi una década.

Pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador amagó a inicios de julio con abrir la importación de maíz, la tortilla es 17.1% más cara que un año atrás, siendo su mayor alza desde febrero de 2012, cuando subió 19.5%, mostró el Inegi.

Las tortillas más caras fueron las de Hermosillo, Sonora, donde el kilo costó hasta 28 pesos, indican datos de Profeco.

La inflación no ha dejado de sorprender a analistas, quienes duplicaron sus previsiones desde febrero, cuando calculaban fuera de 3.7% a final de este año y ahora esperan sea de 7.7%, según sondeos de CitiBanamex.

En 2021, el Banco de México subió su principal tasa de interés de 4.25% a 5.50%, pues busca influir en los créditos bancarios, el consumo y finalmente en la inflación.

No obstante, analistas coinciden en que se ha visto “tímido” para controlar la inflación frente a otros bancos centrales de la región, que han actuado subiendo sus tasas con mayor velocidad y magnitud.

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