El crecimiento de la inflación en alimentos y la expansión del trabajo informal con bajos salarios llevaron a que 2.4 millones de personas cayeran en pobreza laboral en el tercer trimestre del año, revelan datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

El porcentaje de la población con un ingreso por su trabajo menor al valor monetario de la canasta alimentaria, es decir, en pasó de 38.3% en el segundo trimestre, a 40.1% al cierre del periodo entre julio y septiembre.

Lo anterior significó que el número de personas en pobreza laboral pasó de 49.2 millones a 51.6 millones, es decir, 2.4 millones más en tres meses, conforme a los datos de población trimestral estimados por el Inegi.

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Lo anterior se explica debido a una caída en el ingreso laboral promedio de los trabajadores y un aumento en los precios de la canasta alimentaria, explicó José Nabor Cruz, secretario ejecutivo del Coneval, en entrevista con EL UNIVERSAL.

“Hubo un incremento importante de empleos en el sector informal de la economía durante el tercer trimestre del año, con un ingreso mensual promedio prácticamente de la mitad de los que se sitúan en el ámbito formal”, dijo.

Inflación deja 2.4 millones más de pobres
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Guerrero, Sinaloa y Michoacán fueron los estados con mayor aumento en el porcentaje de pobreza laboral, con 5.7, 3.7 y 3.5 puntos porcentuales, respectivamente. En contraste, Hidalgo, Coahuila y Morelos fueron las entidades con mayor reducción, con 6.2, 1.2 y 0.7 puntos porcentuales, respectivamente.

Sobre la efectividad del Paquete contra la Inflación y la Carestía (Pacic) instrumentado por el gobierno para contener la inflación, Cruz estimó que ha tenido efectos mixtos.

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En su opinión, tanto el programa mencionado como también la política monetaria instrumentada por el Banco de México (Banxico) con el alza de las tasas de interés han contribuido a la contención de la inflación y acotaron la carestía en el país. De no ser por esas medidas, la inflación hubiera sido mucho mayor, recalcó.

Hacia adelante, consideró que la inflación en general y el valor de la canasta alimentaria habrían tocado su pico en septiembre pasado e iniciarán un proceso de desaceleración sostenido, que podría permitir que la pobreza laboral del país se mantenga estable, e incluso, disminuya en el último trimestre del año.

Si se mantiene la moderación de la inflación en 2023, aunque sea muy lenta, Cruz estimó que el porcentaje de la población cuyo ingreso es insuficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria podría regresar probablemente a mediados del próximo año a tasas cercanas al nivel de 36.3% que había en el primer trimestre de 2020, antes de la pandemia Covid.

Sin embargo, dijo, la variable clave es que se cumpla una tendencia decreciente de la inflación en general y de los precios de la canasta en particular.

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