La producción industrial reportó una caída de 1.4% en septiembre respecto al mes inmediato anterior, informó el Inegi, superando expectativas de los especialistas y eliminando la ganancia registrada a lo largo del año.

El indicador de actividad industrial se ubicó en 97.3 puntos, registro inferior a las 97.6 unidades con que cerró 2020, por lo que el desempeño del sector se aleja de la lógica de recuperación y se acerca a un declive lento, pero progresivo, opinó Daniel Arias, analista económico de Monex.

Con esto, la actividad se ubica 4.5% debajo de febrero 2020, antes del inicio de la pandemia de Covid-19. El desempeño sigue limitado por diversos factores, destacando las disrupciones a las cadenas de suministro, retrasos en envíos y mayores precios de insumos, impactando sobre todo a las manufacturas, explicaron especialistas de Banorte.

Por componentes, de agosto a septiembre el sector de la construcción cayó 1.4%, el de las industrias manufactureras bajó 1.3% y el de la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final retrocedió 1.1%, en tanto que el de la minería creció 0.1%.

De manera desagregada, el golpe proviene de afectaciones focalizadas, pero profundas, pues sin contar a las manufacturas, cinco de las ocho actividades cayeron en el mes, pero sólo dos superaron un descalabro de 2.0%.

Se trata del caso de servicios relacionados con la minería, con caída de 4.9% mensual y, especialmente, de la edificación, con retroceso de 2.84%. Este último componente representa casi 15% de toda la actividad industrial y es el segundo en importancia.

El resto de los factores determinantes para el resultado del mes se ubicaron en la manufactura, donde retrocedieron nueve de las 21 actividades que la integran. Así, la industria del curtido tuvo un retroceso mensual de 6.9%; la del plástico, 4.1%; los productos metálicos básicos, 3.7%; el equipo de cómputo, 9.0%, y la industria automotriz, 8.8%.

Con estas cifras, en el tercer trimestre de 2021 se habría registrado una caída de 0.40% respecto al trimestre previo en el sector industrial, de manera que el sesgo para la revisión de las cifras preliminares del PIB, que habían estimado un crecimiento de 0.71% para el sector secundario, se inclina a la baja, estimó Arias.

Hacia adelante, el sector enfrentará retos a pesar de una demanda saludable, con cuellos de botella extendiéndose a 2022, prevén analistas de Banorte.

El panorama para la manufactura mexicana seguirá apoyado por la recuperación en el consumo interno y, especialmente, en la exportación, debido a que la industria estadounidense tiene espacio para seguir expandiéndose, opinó Alejandro Saldaña, analista económico de Ve por Más.

Sin embargo, agregó, las obstrucciones en la producción y distribución, así como los altos precios de insumos, limitarán la actividad, al menos hasta mediados de 2022, lo que podría agudizarse ante el repunte en contagios de Covid-19 y si se materializa una crisis energética.

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