Las presiones en los precios de las materias primas derivadas del conflicto entre mantendrán el encarecimiento de precios, con lo que en el caso de México es factible rangos de inflación cercanos al 8%, dijo .

“En el corto plazo (finales del segundo e inicios del tercer trimestre) no se puede descartar que en algunos meses pueda acercarse el 8% anual (máximos desde 2000) y que volverla a ver dentro del rango del objetivo de Banxico (debajo del 4%) sea hasta bien entrado el año 2023”, dijo la firma.

Ante este escenario, CIBanco alertó que se puede comenzar a dar un efecto negativo en las expectativas de inflación de mediano y largo plazo, algo en lo que influirá en gran medida las acciones en materia de política monetaria del Banco de México .

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Actualmente, el pronóstico de inflación en México entre especialistas es de 4.78% al cierre de 2022; sin embargo, se ha comenzado a ajustar al alza debido a las presiones inflacionarias en materias primas.

CIBanco resaltó que previo al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, se hablaba de que la inflación en términos anuales estaba próxima a alcanzar niveles máximos en la mayoría de las economías del mundo, y que podría empezar a darse una convergencia hacia los distintos objetivos de precios que tienen establecidos las autoridades monetarias de cada país.

“Aunque es factible, esta premisa de convergencia será complicada de cumplirse, sobre todo en 2022. Dependerá en gran medida de la duración de la guerra y cómo concluya. Una conclusión del conflicto en el muy corto plazo, se traducirá en presiones para la tasa anual de inflación sobre todo en el periodo marzo a mayo”, destacó.

CIBanco añadió que aunque los precios de materias primas se están disparando y es posible que se mantengan más altos de manera persistente en las próximas semanas, es de esperarse que en cuanto el problema geopolítico finalice, gran parte del aumento visto en los últimos días retroceda en unos pocos meses, lo que significa principalmente un impacto a corto plazo en la inflación.

“El problema con este argumento es que implica que los bancos centrales regresen con su argumento de presiones inflacionarias por factores temporales, algo que difícilmente los mercados financieros volverían a creer dado lo acontecido en 2021. Los planes de normalización de la política monetaria se complican, ante la combinación de una mayor inflación y un crecimiento más débil como resultado de la guerra”, dijo.

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vcr/rdmd

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