Considerada como el principal ingrediente para detonar el crecimiento económico en cualquier parte del mundo, la inversión va a registrar durante este sexenio su mayor caída desde el gobierno de Ernesto Zedillo, de acuerdo con las recientes estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Analistas lo relacionan con la debilidad mostrada al inicio de la presente administración y la falta de condiciones básicas para que le resulte atractivo invertir a la iniciativa privada.
En comparación con el tamaño de la economía mexicana, la inversión total, tanto pública como privada, va a caer de 22.7% a 21.2% en los seis años de este gobierno, según la institución que dirige Kristalina Georgieva.
Es decir, la inversión va a disminuir 1.5 puntos del Producto Interno Bruto (PIB) en el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, luego de caer 1.2 unidades durante el mandato de Enrique Peña Nieto, aumentar 1.1 en el de Felipe Calderón, retroceder 0.1 en el gobierno de Vicente Fox y perder 2 unidades con Ernesto Zedillo.
En Chile, Perú e incluso Argentina, la inversión tiene una mayor participación en sus economías que México, de acuerdo con el FMI.
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Reformas antiinversión
En entrevista con EL UNIVERSAL, la directora de análisis económico y financiero del Grupo Financiero Base, Gabriela Siller, explicó que la inversión en el país alcanzó un pico en julio de 2018 y a partir de ahí empezó a disminuir, después con la pandemia se desplomó y luego inició su proceso de reactivación.
“¿Cómo podemos leer estos datos?, pues revelan que, a partir de 2018, los inversionistas y empresarios empezaron a tener miedo a generar más inversiones, por las iniciativas y reformas que se han impulsado, lo que ha mermado la recuperación de la inversión”, explicó.
Algunas reformas, como la realizada a la Ley Federal del Trabajo, han provocado más costos laborales y fiscales para las empresas, indicó.
Desde su punto de vista, es urgente brindar mayor certidumbre y combatir la inseguridad, debido a que mientras no exista eso, difícilmente se captará más inversión por parte de la iniciativa privada.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) elaboró un diagnóstico que mostró que la inversión pública es un componente central de la expansión económica, mientras que al capital privado se le considera esencial para fomentar el crecimiento sostenido.
Por lo tanto, la creación de condiciones propicias para la inversión privada con enfoque social es esencial para la recuperación del ritmo productivo y el sostenimiento en el largo plazo de cualquier iniciativa de reducción de las desigualdades sociales y regionales, ponderó.
Hizo ver que, en la inversión productiva, la tendencia de la formación bruta de capital fijo por lo general ha sido negativa, tanto para el sector público como el privado.
Especificó que, por el lado del sector público, la reorientación de los recursos públicos hacia programas sociales y la reducción real de los ingresos fiscales han impedido mayores niveles de inversión productiva.
Mientras que, en el sector privado, no se han generado las condiciones propicias para estimular la inversión productiva que genere mayores niveles
de crecimiento.
Destacó que, dentro de la formación bruta de capital fijo, las empresas generan más de 80% de la misma, reflejando la importancia central de éstas para crear empleos y bienestar en todas las regiones del país.
Entre las principales condiciones que podrían impulsar una mayor inversión privada, el IMEF mencionó la certidumbre respecto al rumbo futuro de las políticas públicas, el respeto irrestricto al Estado de derecho y el combate decidido a la inseguridad pública.
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