Con presencia en casi toda la vida de las personas, los fideicomisos privados están en riesgo de desaparecer por la nueva regulación que entró en vigor en octubre y puede restar competencia a la banca, dijeron a EL UNIVERSAL representantes de intermediarios no bancarios dedicados a fideicomisos como actividad auxiliar del crédito.

Señalaron que, tras el resurgimiento del apetito fiduciario con los planes ferroviarios, la autoridad pone barreras en un contexto económico complicado y falta de Estado de derecho que anticipan una “tormenta perfecta” para que dejen de operar.

Hace 17 años, con las Sofomes se creó un esquema contra la concentración monopólica por parte de la banca, refirió Adolfo González, presidente del consejo de la empresa TMsourcing.

Se da facultades a las Sofomes para hacer más grandes las posibilidades de fiduciarios, y que no se concentraran en grandes ciudades para tener más número de fiduciarios, recordó.

No obstante, el 14 de octubre, la Condusef publicó las nuevas disposiciones en registros para instituciones financieras.

Para el caso las Sofomes, que hacen del fideicomiso una actividad auxiliar del crédito por el tema de garantías, emitió reglas para darse de alta ante Condusef con condiciones para mantenerse activas en el Sistema del Registro de Prestadores de Servicios Financieros (Sipres).

De incumplir con el nuevo ordenamiento, perderán su registro y aparecerán en el Sipres como canceladas.

En el artículo 33 de las nuevas disposiciones, se establece que “las Sofomes que al momento de obtener su alta no realicen alguna de las actividades principales previstas en su objeto social, podrán aparecer en el Sipres con el estatus de registro preoperativa, hasta dos años a partir de su alta en el Sipres, transcurrido dicho plazo la Condusef procederá a la cancelación de su registro”.

“Lo anterior significa que aquellas Sofomes que solamente se dediquen a los fideicomisos de garantía, hay gran riesgo de que cierren”, advirtió el director general de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (Asofom), Jorge Avante Arcos.

Dijo que la nueva regulación recalca que los fideicomisos son actividades auxiliares, no es el objeto principal.

Además, va a implicar elevar la carga administrativa para los encargados de la regulación de las entidades financieras.

Como ejemplo, mencionó que los reportes que están obligados a entregar a la Condusef, son trimestrales y con las nuevas reglas serán mensuales.

Para ello, hay cinco sistemas o plataformas para reportar diferentes actos como contratos y cobranza, y ahora existen más.

“Es contraproducente en un contexto en el que a las instituciones no bancarias les quitan beneficios y sube la regulación. Se vuelve más crítico poder ser rentable y operativo en este contexto económico”, advirtió.

Mantener viva la actividad de fideicomisos de garantía es importante porque al usar fideicomisos, avalan el inmueble o la garantía que tienen a cambio del crédito, subrayó Jorge Avante.

“El que un fideicomiso sea dueño de cualquier tipo de garantía, a nosotros nos facilita el poder ejecutar en caso de que caiga en un impago”, ponderó.

“Nos cuesta trabajo demostrar a la autoridad y adjudicar garantías, algo que ya es nuestro por contrato nos puede tomar dos años, y con un fideicomiso se puede reducir ese tiempo en 90 o 120 días”, explicó.

Con ello, una Sofom puede recuperar lo que se perdió al darle crédito a un cliente, ya sea inmueble o auto que se tiene que revender a mitad de precio para recuperar lo que se prestó.

“Por eso estamos preocupados, nos están aumentando la regulación y nos están poniendo más barreras en un contexto complicado; estamos en la tormenta perfecta”, expresó.

La Asofom tiene 206 asociados, de los cuales 60% dan crédito a Pymes por un monto de entre dos a cinco millones de pesos porque a partir de esa cantidad es costeable el poder usar un fideicomiso; ese mismo porcentaje de Sofomes utiliza este mecanismo de fideicomisos para poder tener las garantías.

El fideicomiso no se puede usar para microcrédito, nómina o préstamos personales porque es muy caro pagar el fideicomiso durante todo el proceso.

Frente a ese panorama Jorge Avante dijo que urge una Ley de Fideicomisos en México porque actualmente no existe.

Nueva ley

Al respecto, Adolfo González, de TMsourcing y uno de los impulsores de la nueva ley, dijo que es incomprensible que no haya una ley si México es el principal país en fideicomisos del mundo, con cerca de 10 billones de pesos administrados en diferentes fiduciarios o instituciones.

Aclaró que varios intermediarios no bancarios necesitan trabajar con un benchmark mayor que se necesita tener en ley.

Urge tener el total de las disposiciones relacionadas con el tema fiduciario, para atender las prácticas normativas de manera formal y actualizar los procesos con la tecnología.

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